Según cifras de la Secretaría Departamental de Salud (SDS), la tasa de incidencia del consumo de cigarrillo en Casanare es del 8%, encontrando cada vez más una disminución progresiva en la edad de consumo.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) advierte que cada año las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco cobran la vida de alrededor de ocho millones de personas en el mundo. Más de siete millones de estas defunciones se deben al consumo directo de tabaco y alrededor de 1,2 millones son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno.
Teniendo en cuenta que las probabilidades de complicaciones y muerte por neumonía asociada a COVID-19 fueron 14 veces mayores entre las personas con antecedentes de tabaquismo comparado con los que no fumaron, la Gobernación de Casanare a través de la Secretaría Departamental de Salud, invita a la población a tomar la decisión de abandonar de manera definitiva el consumo de cigarrillo, garantizando así un mejor aprovechamiento de la vida y la salud.
Para lograrlo, Pedro Cruz, referente de Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles de la SDS, recomienda:
-Identificar el principal motivo por el cual quiere abandonar el hábito de fumar.
-Fijar una fecha para empezar.-Comunicar la decisión a familiares y amigos.
-Cambiar aquellas actividades que le generen mayor ansiedad de consumo por actividades benéficas para la salud.
-Hacer uso del acompañamiento para la cesación del consumo de cigarrillo con su respectiva EPS.
El funcionario indicó que a la fecha, el departamento de Casanare cuenta con más de 32 mil fumadores de cigarrillo activos, los cuales padecen enfermedades como cáncer, complicaciones cardiocerebrovasculares, diabetes y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Así mismo, advirtió que el 30% de la población del Departamento se encuentra expuesta al humo de cigarrillo de segunda mano incluyendo niños, mujeres y adultos mayores que no fuman, pero que se encuentran expuestos a los devastadores efectos del humo de cigarrillo.
El Dato: Según datos de la OMS, para reemplazar a los consumidores que mueren por el consumo de sus productos y sostener los ingresos, las compañías de tabaco gastaron más de 8 mil millones en marketing y publicidad, destinados a producir campañas que fomentaran el consumo de cigarrillo en población cada vez más joven.