A principios de este año, Jesús Mario Corrales denunció que había recibido un panfleto amenazante en el que aparecía su nombre como uno de los objetivos del grupo ‘Águilas Negras’.
Corrales fue coordinador de la Mesa de Víctimas del Valle del Cauca y seguía vinculado a la organización. En la amenaza también aparecían otros defensores de derechos humanos del país, servidores públicos y políticos.
Cuando el hombre puso la denuncia, la Fiscalía inició una investigación que tuvo un final sorprendente. «El rastreo técnico permitió ubicar un establecimiento de comercio en Cartago (Valle del Cauca), donde habría sido comprada la tarjeta SIM utilizada para crear el chat colectivo en el que se compartió la amenaza. Posteriormente, las verificaciones con las empresas de telefonía celular pusieron en evidencia una vivienda desde la que presuntamente se emitió el panfleto», explicó el ente acusador.
El mensaje intimidatorio se compartió en un grupo de WhatsApp abierto, desde un número desconocido, el pasado 17 de enero.
Una vez se descubrió el inmueble desde donde se había enviado la amenaza, ubicado a pocos metros de donde habían vendido la SIM, se supo que era la casa de Corrales.
«Testimonios y otros elementos de prueba respaldaron los análisis técnicos obtenidos por la Fiscalía», añadió la investigación. El defensor de las víctimas fue capturado por agentes del CTI.
En su casa, donde también funcionaba la fundación de la que él era representante legal, fueron incautados varios celulares sin uso, un computador y múltiples USB y tarjetas SIM.
Corrales fue presentado ante el juez de control de garantías y la Fiscalía le imputó los delitos de amenazas contra defensores de derechos humanos y servidores públicos; amenazas, en lo que respecta a periodistas, y falsa denuncia agravada.
Recibió medida de aseguramiento privativa de la libertad en su lugar de residencia.
Fuente, Publimetro