Parientico, en Yopal hay un poco de familias que llevan más de diez años esperando la casa que les prometieron. Las llamaron ‘Torres del Silencio’, y sí que hicieron honor al nombre, porque lo único que han recibido es silencio y más silencio.
Pablo Cala, que vive ahí, dice que esto no es un elefante blanco, sino un mamut de corrupción. “Nos dijeron que esto sería nuestra solución, pero vea, quedó a medias, agrietado y con riesgo de caerse encima de nosotros”, le contó a la W Radio con la rabia atravesada en la garganta. Y tiene razón, porque la obra comenzó en 2006, la adjudicaron en 2011, y en 2015 se paró como si nada. Desde entonces, la gente ha tenido que meterse en lo que quedó en pie, con techos que filtran agua y paredes que crujen con el viento.
Dicen que al inicio le metieron 14 mil millones de pesos a la construcción, pero no alcanzó ni para el 60% antes de que se esfumara la plata. Ahora, el alcalde Marco Tulio Ruiz dice que reconstruir costaría más de 80 mil millones, y que ni el municipio ni la Gobernación tienen esa cantidad. La solución que proponen es darles otra casa a los afectados, pero ¿cuándo? ¿dónde? Nadie sabe.
En mayo de 2024, el director de la UNGRD, Carlos Carrillo, dijo que les darían subsidios de arriendo por seis meses. Pero, ¿y después? ¿Van a vivir de promesas?
Las ‘Torres del Silencio’ siguen ahí, como un recordatorio de lo que se empezó y nunca se terminó. Mientras los papeles van y vienen, las familias siguen durmiendo con el miedo de que un día la casa se les venga abajo. Ojalá, parientico, algún día la espera valga la pena.
Torres del Silencio (Yopal) debe ser demolido: director UNGRD