Mangos no tuvimos este año”, son las palabras que suelta preocupada Isabel Cadavid, una agricultora que se ubica a siete kilómetros del casco urbano del municipio de Fredonia en donde tiene un cultivo circular de distintas plantas y frutos.
Como el mango, son varias las frutas que están escasas en Antioquia a causa de la temporada de lluvias, también conocida como el fenómeno de La Niña.
Algunas frutas como el aguacate, cítricos, café, papaya y guayabas han disminuido en las cosechas o incluso no brotan como ha sucedido con el mango y las grosellas. La razón: las fuertes y abundantes lluvias que llevan aproximadamente un año cayendo en Colombia.
El panorama ya se había predicho. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) este fenómeno tenía una probabilidad del 87 % de mantenerse en el territorio colombiano en el segundo semestre de 2022. Además, esta semana anunciaron una onda tropical en el territorio nacional que intensificará aun más las lluvias.
¿Qué pasa exactamente? Los polinizadores disminuyen, hay proliferación de hongos en las cosechas, bajan componentes esenciales y naturales para el crecimiento de las plantas como los azúcares (porque no hay sol y no pueden hacer fotosíntesis), se caen los botones florales (tejidos jóvenes que se convierten en flores e inflorescencias en las ramas de las plantas) y, por ende, las flores no dan frutos.
Los especialistas hablan
Agricultores antioqueños como Isabel Cadavid son testigos de una disminución en las cosechas de café, aguacate, cítricos, papaya, mango y grosellas. Con su negocio Agromandala logra abastecer a la comunidad cercana a Fredonia y a otros municipios, incluyendo Medellín.
En este último año no ha vendido en algunos locales para poder proveer con su canasta de frutas a las familias, que las esperan cada semana en sus neveras. Las lleva directamente a sus casas.
Cadavid expresa que este último año no hubo ni un solo mango. “Por estos tiempos no ha habido épocas secas entonces hay menos floraciones, y por lo tanto, menos formación de frutos. Nuestra producción de cítricos y aguacates ha disminuido un 70%, los de arazá en un 60% y en café un 50%”.
La agrónoma indica que estos cultivos requieren de una temporada de estrés hídrico para que florezcan. “A veces hay tres o cuatro días de verano en los que hay más radiación, más sol. Entonces ellos florecen, pero llegan de nuevo las lluvias y tumban todas las flores”. No alcanzan a completar su ciclo. Un ejemplo es el árbol de mango que requiere de 4 meses para florecer y dar sus frutos.
Como el mango, el aguacate es otra fruta que se ve afectada por las lluvias. El ingeniero agropecuario Edward Castrillón trabaja en una empresa de exportación de aguacates en el Oriente antioqueño y ha manifestado que estos dos últimos años han sido difíciles.
“La raíz de los aguacates es sensible y por eso buscamos cultivar en suelos con buen drenaje. La lluvia ha propiciado el bajo rendimiento de la producción en esta temporada que acabamos de terminar. La fruta salió de un tamaño mediano porque el agua remueve nuTrientes que hacen que la fruta crezca más”.
Explica que en el Oriente la época en la que florecen los aguacates es entre febrero y marzo, habiendo otra en septiembre y octubre. “Pero con estos excesos de lluvia incluso en los primeros meses del año que eran de sequía, los períodos de floración se han ampliado. Este año en algunas fincas se amplió desde enero hasta mayo”, cuenta.
Los agricultores al no tener controlados sus cultivos tienen más dificultades con las plagas y enfermedades. Los árboles están constantemente floreciendo y no hay un objetivo específico por atacar, sino que hay diversos problemas.
Uno de ellos es asegurarse de que los residuos no entren a las frutas. También puede suceder que al momento de la cosecha de los aguacates, estos tengan tamaños disparejos, que no sean homogéneos. Por otro lado, dice que la presencia de granizo ha aumentado estos últimos dos años y eso puede ocasionar una pérdida total de un ciclo de cosecha.
Para los supermercados la situación también está difícil. “Ahora la fruta más escasa y costosa es el mango. Los tommy están a $8.000, el mango farchi a $6.500. Otros que subirán son los cítricos, el tomate, las naranjas. Los precios están subiendo porque las cosechas están difíciles por el invierno”, informan desde un supermercado de frutas locales en Llanogrande.
El clima en Colombia
La importancia de que los productores conozcan el comportamiento del clima de la región se debe a que los ciclos de producción requieren un equilibrio climático. Este clima lo conocían los agricultores de Colombia y Antioquia. Ellos sabían cómo se comportaba, pero ahora no.
Colombia al ser un país tropical está ubicado en un territorio estratégico que beneficia el crecimiento de muchas frutas y era así hasta hace unos meses. Hasta hace poco el país era una región bimodal, lo que significa que tenía dos temporadas de lluvia y dos de sequía al año.
Por ejemplo, la época de junio, julio y agosto solía ser de sequía y marcaba la cosecha de aquí a ocho meses. Mientras que la de lluvia iniciaba en octubre e iba hasta finales de diciembre. Pero apenas es agosto y no deja de llover.
Cada parte del proceso requiere de un clima puntual, por ejemplo, los polinizadores visitan las plantas cuando no hay lluvias. En las épocas de sequía las plantas también florecen y dan los frutos.
“El exceso de lluvias ahuyenta a los polinizadores, que son los que fertilizan las plantas. Las flores tampoco crecen en su totalidad porque las gotas caen con fuerza en los cultivos y tumba las flores por lo que no pueden completar su floración”, explica Estela Quintero Vallejo, docente de la Facultad de Ciencias y Biotecnología de la Universidad CES.
Con las lluvias los apicultores también se han visto afectados. Si los árboles no logran florecer las abejas no pueden alimentarse con néctar. Según los especialistas consultados, ellas se están yendo de los apiarios. “Los apicultores están alimentando a las abejas artificialmente con panela y melaza para que no se vayan”, cuenta Quintero Vallejo.
Isabel Cadavid también es apicultora. Ella recuerda que en las épocas de sequía es en las que hay mayor producción de miel y polen por lo que también hay una mayor floración en los cultivos.
Pero si pensamos en el otro extremo, que haya solo sequía tampoco es conveniente. Sí, en esas épocas de más sol hay más néctar, polinizadores, flores listas para crecer, pero sin las lluvias no habría agua para llenar los frutos, por lo que serían huecos. Vacíos por dentro.
El cambio climático
Estos climas extremos se atribuyen a la crisis climática mundial. Así mismo, en una conversación que tuvo EL COLOMBIANO con Paola Andrea Arias, ingeniera ambiental, se confirmó que estas modificaciones se deben a las actividades humanas que son poco sustentables con el medio ambiente.
Otros especialistas como María Lila Barrios, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia, dice que el cambio climático afecta a las plantas, que no son capaces de regular su temperatura, sino que se adaptan. Si hay una modificación de esa temperatura ya sea por las lluvias, aumento de nubosidad, disminución de radiación lumínica, se verán afectadas sus cosechas.
Las lluvias también afectan directamente las carreteras por las que llevan los productos finales a los mercados. A veces los derrumbes en las vías imposibilitan que las frutas lleguen en buen estado.
Algunas soluciones
Aunque la disminución de las cosechas es un hecho por las lluvias constantes en Antioquia, Iván Caleth Morales, Hoyos estudiante de Ingeniería Agropecuaria de la Universidad de Antioquia, trae otro escenario. Ahora hace sus prácticas en la región del Bajo Cauca, en una empresa productora de mango keitt y tommy.
Los agricultores de la empresa, incluido Iván Hoyos, buscaron alternativas para no perder sus cosechas a pesar de las fuertes lluvias que ocasionaron un proceso de maduración acelerado del mango.
“Este año una de las fincas tuvo su mejor producción de la variedad tommy. No hubo pérdidas porque a pesar de que la lluvia acelerara la maduración de los frutos, nosotros nos adelantamos y contratamos más personal para la cosecha, lo hicimos más rápido para que no se perdiera”.
Sin embargo, menciona que en la cosecha de mango keitt sí hubo algunos problemas en la calidad del fruto con manchas y hongos.
Este ingeniero propone que en los cultivos se usen promotores de floración para que estas se anticipen y salgan más rápido los frutos, ya que no habrá épocas de sequía como las que se conocían.
Otra opción es tener distintos cultivos para no quedarse sin opciones. Diversificar la producción de frutas, buscar la manera de cultivar otras que quizás todavía no son posibles en la región, pero que pueden seguir abasteciendo a las comunidades a pesar de los períodos extensos de lluvia.
Y por último, lo que hacen algunos agrónomos es ofrecer un mercado de primera mano. Entregarle directamente a las familias sus productos, para que no haya retrasos en las vías.
Ahora los expertos están analizando el comportamiento del clima. Mientras tanto, algunas organizaciones como el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) tienen unas recomendaciones para los agricultores.
Fuente: El Colombiano
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