
Un movimiento de tierra que ponía en riesgo la movilidad de cerca de 500 familias en las veredas Tamuría (Nunchía) y Aposentos (Támara) fue atendido de forma prioritaria por la Gobernación de Casanare, a través de la Dirección de Gestión del Riesgo.
La vía intervenida, fundamental para el transporte de productos como café y cacao, también sirve como conexión alterna hacia Tamuría Alta, Garzas y Santo Domingo, lo que resalta su importancia estratégica para la economía rural de la zona.
Los trabajos realizados en la vereda Tamuría incluyeron terraceos para estabilización del terreno, adecuación de la banca con material recuperado, construcción de canales para el manejo de aguas y mejoramiento del tramo vial con material pétreo, lo que garantiza mayor durabilidad y funcionalidad del corredor.
Guillermo Velandia, director de Gestión del Riesgo de Casanare, explicó que la intervención fue desarrollada en articulación con la Alcaldía de Nunchía y la comunidad local, logrando restablecer la movilidad y el intercambio comercial entre los municipios.
Esta obra se suma a otras acciones de atención en puntos críticos que ha liderado la administración departamental, como las intervenciones en El Ceibo y El Volcán (Támara), La Unión (Aguazul), el acueducto Las Enramadas (Hato Corozal), Gauvirón (Sácama) y la vía La Esperanza (Paz de Ariporo), entre otros sectores afectados por la temporada de lluvias.