Varios estudios apuntan a que contagiarse de COVID-19 puede acarrear problemas neurológicos, como el Alzheimer o el Parkinson.
La pandemia en las Américas
Según datos oficiales facilitados por la OPS, la región de las Américas reportó más de 1,6 millones de nuevos casos y 4.800 muertes en la última semana. A pesar de que siguen siendo números altos, esas cifras representan un descenso del 0,9 % y el 3,5 % respectivamente.
Sin embargo, hubo un aumento del 54,9 % de casos positivos en Centroamérica y en América del Sur un 2 %. En el Caribe, los casos disminuyeron un 5,2 % y en América del Norte un 4,5 %.
Foto de portada: ARCHIVO: Residentes de la ciudad de Filadelfia esperan en una fila que se extiende alrededor de la cuadra para recibir kits gratuitos de prueba rápida de COVID-19, en Filadelfia, EEUU, el lunes 20 de diciembre de 2021.
“Se está haciendo más daño al sistema”
Pero ahora los médicos están insistiendo en la peligrosidad de contagiarse varias veces, incluso con síntomas leves. Eso -dicen los especialistas- podría acarrear problemas mayores en el futuro.
“Una cosa muy importante que todo el mundo tiene que entender es que cada vez que te enfermas con COVID-19 estás haciendo más daño al sistema”, explica la Dra. Aileen Marti, infectóloga colaboradora de la OMS y profesora de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), durante una entrevista con la Voz de América.
Marti alude a varios informes clínicos en los que se concluye que “las personas que se reinfectan tienen más posibilidades de tener lo que se llama un ‘Covid a largo plazo’, es decir, que tienen los síntomas del Covid durante mucho más tiempo de las dos semanas que se presume deberían estar las personas enfermas”.
Más allá de los síntomas cotidianos
Sobre eso, explica que los síntomas no obedecen a la pérdida de gusto u olfato sino a condiciones “mucho más graves”.
“Son problemas neurológicos”, amplía Marti en conversación con la VOA. “Las personas que se enferman por tercera o cuarta vez, o incluso más, tienen muchas más posibilidades de tener problemas como Alzheimer o Parkinson, que son condiciones que nadie quiere sufrir”, comenta la doctora especialista en enfermedades infecciosas.
Por esa razón, Marti asegura que es imprescindible que la población en general siga tomando precauciones para protegerse del COVID-19 ya que, insiste, la pandemia no ha terminado y el virus seguirá mutando
“Si hay posibilidad de poner la vacuna de refuerzo, yo pediría que la gente se la pusiera”, recomienda al respecto sobre la importancia de inocularse contra el mortal virus.
El efecto de la reinfección podría ser “muy preocupante”
Recuerda además que hay la posibilidad de que esas enfermedades neurológicas se acaben heredando a las próximas generaciones, algo que evalúa como «muy preocupante” y precisa sobre concienciar a la población sobre esto.
“Es lo que tiene que ver con la epigenética, que son ciertos cambios que se pueden heredar y no son cambios genéticos. La epigenética afecta a cómo vive la persona, cómo funcionan sus genes y esto, al tener el virus, puede acabar afectando”, ahonda Marti.
Eso es “extremadamente importante” -afirma- especialmente entre la población más joven ya que, durante las vacaciones de verano, puede tener la sensación de que ya se ha vuelto a una situación pre-pandémica.
Uso de mascarillas
Ante este escenario, también recomienda el uso de mascarillas cuando haya sospecha de que alguien pueda estar infectado o en lugares donde hay una gran concentración de personas.
“La mascarilla ayuda enormemente en reducir la posibilidad de que te entren virus y te puedas enfermar”, sostiene aclarando que aunque “no es perfecto, sí que ayuda en gran medida”.
Es temprano para llegar a conclusiones
Por su parte, la Dra. Eneida Roldán, jefa ejecutiva de la Red Clínica de FIU y profesora de la Escuela de Medicina de Harvard, considera que aún es muy temprano para llegar a este tipo de conclusiones en poco más de dos años de pandemia, aunque reconoce que sí se han visto “secuelas”.
“Aún es muy temprano, pero estamos viendo secuelas y tenemos que estudiarlas por un largo plazo para saber si esas secuelas son lo que es el impacto directo del virus o si es una combinación de otros factores”, declaraba.
Además, señala que esas condiciones se están dando en personas que se contagiaron en 2020, al inicio de la crisis sanitaria, y que esa “era una cepa distinta” a la que hay hoy en día. “Para nosotros decir que es un efecto del virus, tenemos que saber también con qué cepa se infectó esa persona”, comenta.
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