
Doña Francelisa Chaquea de Calixto. Foto Carlos Bonilla
Hace apenas unas semanas, en la Librería de la Once —ese punto obligado de Sogamoso para comprar buenos libros, conversar y tomarse un tinto—, habíamos quedado en realizar una entrevista con doña Francelisa Chaquea Hurtado de Calixto y su esposo Álvaro, para hablar de los más de 50 años de este emblemático lugar. Aquella charla quedó con las páginas abiertas.
Con su amabilidad de siempre, doña Francelisa me recibió con una sonrisa amplia y un lenguaje ameno. ¿Y cómo está señora Francelisa? “La mar de bien”, me respondió. Así contestaba siempre los saludos para decir que estaba feliz de la vida.
Recordamos juntos al Casanare bonito, a su tierra natal, Orocué, a orillas del río Meta, donde José Eustasio Rivera escribió buena parte de La Vorágine. Me habló de los libros que nunca pasaban de moda en su librería: El hombre que calculaba, La Vorágine, Cien años de soledad, Cómo hablar en público, Cómo ganar amigos y, por supuesto, las ediciones de Selecciones del Reader’s Digest.
Aquella tarde entró al negocio una mujer ofreciendo café. Ella, que amaba un buen cafecito, no dudó en recibirlo. Era esa calidez sencilla la que hacía de la Librería de la Once más que un local comercial: un refugio cultural, un espacio de encuentro, un pedazo de historia de Sogamoso.
Nacida el 4 de octubre de 1946 en Orocué, Casanare, construyó junto a su esposo, Álvaro Calixto Ballesteros, una vida alrededor de los libros y el comercio. Juntos hicieron de la Librería de la Once el corazón cultural de Sogamoso, un lugar donde se compraban historias, pero también se cultivaban amistades y memorias.
Sus hijos, Alexandra Bibiana, Tatiana María, Álvaro Eduardo y Carlos Andrés Calixto Chaquea, junto a sus nietos, bisnietos y demás familiares, la despiden con gratitud. No solo les deja un legado de amor y unión, sino también la certeza de que cada página leída y cada libro vendido fueron una manera de sembrar futuro.

Las exequias de doña Francelisa, fallecida el martes 16 de sepriembre a media noche, se realizarán este jueves 18 de septiembre a la 1:00 p.m. en la Catedral de San Martín de Tours de Sogamoso, con posterior acompañamiento al cementerio Jardines de la Esperanza. La velación tiene lugar en la funeraria Luz y Paz, sala 2, donde familiares y amigos se han acercado a darle el último adiós. Pero más allá de la fecha y el lugar, lo que quedará es la memoria compartida: su voz suave, su mirada generosa y esa librería donde el tiempo parecía detenerse.
Sogamoso le dice adiós a una comerciante ejemplar, pero sobre todo, a una mujer entrañable que supo sembrar afecto en cada cliente, en cada vecino, en cada conversación. Porque doña Francelisa no solo entregaba un libro: regalaba una sonrisa, un consejo para acompañar la charla.
No olvido cuando me dijo, al despedirnos aquella tarde, con esa sencillez que la hacía grande:
“Pero seguro, hablamos de los buenos libros, y lo compartimos con buen café”, mientras sonreía. Y es en esa sonrisa donde quedará viva para siempre.
Wilson Durán Durán, director Las Chivas del Llano