Durante el fin de semana los agricultores que tuvieron café para vender le debieron haber sacado provecho al valor máximo que ha tenido el grano, pues la carga de 125 kilos se pagó a $2,34 millones.
Buena parte de esa cifra obedece a la dinámica de tasa de cambio del dólar, que también observa por estos días cotizaciones récord, alcanzando $4.388,27, y al precio internacional de US$2,22 por libra.
No obstante, el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez Vallejo, explicó que estos números representan expectativas hacia adelante para los caficultores, toda vez que los precios internos no se vuelven realidad a menos que el productor tenga café para la venta.
El dirigente gremial reconoció que en este momento no hay grandes volúmenes del grano, porque la cosecha del primer semestre está terminando, y los productores están preparando los cultivos para la segunda mitad del año, por lo que habrá que esperar que estos precios se mantengan.
De hecho, en lo que va del presente año (enero-junio), la producción cafetera totalizó 5,42 millones de sacos, un 5% menos frente a los 5,71 millones de sacos producidos en el primer semestre del año pasado.
Vélez precisó que en la bolsa de Nueva York los precios se han mantenido en el rango de los US$2,20 y US$2,30 por libra, pero se sigue incrementando el diferencial que los compradores internacionales le otorgan por su calidad al café colombiano, lo que representa hasta 80 centavos de dólar adicionales por libra.
En ese contexto, desde el pasado 21 de abril el precio interno de la carga de café no baja de los $2 millones, es decir que lleva casi tres meses por encima de ese nivel
“El mensaje es simple para los productores cafeteros: hay que ahorrar y en esta época de buenos precios es necesario hacer inversiones en las plantaciones, para mantener y seguir mejorando la calidad del grano que es muy apetecido en los mercados internacionales”, añadió el dirigente gremial, quien confió en que este año cierre con al menos 12 millones de sacos recolectados.
La otra cara
Pero, si bien la tasa de cambio puede ser favorable para la caficultura como actividad 90% exportadora, por el otro lado está el hecho de que los cultivos requieren insumos agrícolas como fertilizantes, fungicidas e insecticidas que ya están bastante caros, y podrían incrementar mas sus precios.
Igual sucede con la maquinaria e incluso el costo de la logística y el transporte, impactado por el alza en los precio de los combustibles.
Fuente: El Colombiano
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