Hombre llanero, nacido y criado entre Paz de Ariporo Casanare y la Primavera Vichada, llegó a Monterey no hace mucho, en misión pastoril y trabajaba también como sepulturero del cementerio con la alcaldía.
Pedro Bernal hombre de Dios y folclorista, amigo personal de don José Bosa, nos cuenta.
«Pues hombre Barreto, yo soy de pocos amigos, pero con don José establecimos una amistad hace poco como si fuera de toda la vida; con él congeniamos en la edad, en la cultura, en la tocada del arpa y en la composición de poemas y canciones llaneras. Quizás lo más importante en donde más nos entendimos fué en la misión Cristiana y la palabra de Diós, que ambos profesamos. De hecho yo me congregaba en la misión que él dirigía, la Iglesia Integral Cruzada Cristiana.
El pastor José era una persona de buen ejemplo, buen padre, buen ser humano; cuando nos poníamos a cantar en alabanza Diós, siempre recordaba la infancia que tubo en la Primavera y del contacto que vivió con la guajibera. Después de llegar a la mayoria de edad se vino para Paz de Ariporo y por allí se congregó en la iglesia y luego lo mandaron en misión a Aguazul y Monterrey.
José era un hombre muy bondadoso y de buen humor. Componía canciones y poemas, a propósito me compuso un poema llamado el gavan de Monterey. Siempre que lo interpretaba reíamos mucho, por que lo hacía con mucha picardía. Sé que estaba trabajando con la alcaldia como sepulturero y se encargaba de enterrar los muerticos, cerrar y abrir el cementerio y cuidarlo, a José lo querían mucho en la alcaldía por su humor, sus poemas y que era muy colaborador; muy triste la situación de mi amigo, yo creo que se llegó a contagiar del Covid allí mismo.
Lástima mí amigo, dejó cutro hijos y su esposa, mí sentido pésame para todos, Diós lo tiene a su lado, tenía como 59 años.
Mí mensaje para el pueblo es que hay que cuidar la vida por que es solo una y que hay que ajustarnos a las normas de Diós y la ley, que si fallamos en una sola, estamos perdidos».
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