23 de noviembre de 2024 - 11:36 PM
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Hay luz verde para exportar cannabis “made in” Colombia

El Gobierno nacional expidió ayer la regulación que les permitirá a las empresas colombianas exportar la flor seca de cannabis y otros derivados. A través de la Resolución 539 de 2022, se definieron las reglas de juego para que este naciente sector de la economía tenga el alcance que sus jugadores quieren.

Henry Muñoz, abogado de Business and Law, explicó que esta norma precisa cuál será la autoridad que debe dar el visto bueno para el ingreso o salida de esta planta. Y de acuerdo con la normativa, el aval debe ser entregado dependiendo del uso final.

Hay que precisar que el renglón del cannabis incluye semilla para siembra, grano, componente vegetal, plantas en estado vegetativo, cannabis, derivados de cannabis y productos terminados.

Entonces, solo por mencionar un ejemplo, si se trata de comerciar componentes vegetales para elaborar productos destinados al consumo humano, las compañías necesitarán autorización del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima).

Las dificultades previas

Rodrigo Arcila, presidente de la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis (Asocolcanna), explicó que la regulación es producto del trabajo conjunto con el Gobierno.

Según indicó, la normativa anterior era “incompatible” con la agilidad que se necesitaba para hacer más competitiva a la industria local. Y resaltó que la Resolución 539 era lo que estaban esperando las compañías locales.

De acuerdo con sus cálculos, en el país hay unas 80 empresas alineadas a este sector que están trabajando en distintos eslabones de la cadena.

“Este es un gran paso para la industria. Ya no hay restricciones como las que teníamos con la exportación de la flor y todos los empresarios pueden aprovechar la regulación”.

Con el camino despejado en materia de comercio exterior, Arcila estima que las exportaciones este año pueden estar entre los US$30 millones y los US$50 millones, un desempeño que en el caso menos optimista supera por más de 170% las ventas acumuladas entre 2019 y 2021 (ver gráfico).

El jefe gremial subrayó que los procesos de cultivo y transformación exigen “altísimos” niveles de calidad y considerables inversiones. No obstante, indicó que el marco regulatorio facilita el trabajo para las empresas y puede motivar la participación de inversionistas locales y extranjeros, toda vez que las empresas necesitan apalancarse financieramente.

Más apoyo de los bancos

El presidente de Asocolcanna dice creer en el potencial que tiene el cannabis para dinamizar la economía nacional, pero pidió más respaldo por parte de las entidades financieras.

Tal como lo señaló, en su agremiación hubo hasta 45 empresas afiliadas, pero al menos unas diez han tenido que parar sus operaciones y la falta de solvencia ha sido una de las causas detectadas.

“Necesitamos una mayor voluntad de la banca para apoyar a todas estas empresas. Si bien hemos tenido un apoyo decidido del BBVA y del Banco Agrario, los demás deben entender el tamaño de la oportunidad”, enfatizó Arcila.

“Este —añadió— es un sector sumamente regulado y ya es hora de que los bancos empiecen a identificar que esta industria tiene muchísimas posibilidades y hay que apoyarla. Si no tomamos una actitud más proactiva frente a este sector, nos vamos a arrepentir porque son muchos los mercados listos para su aprovechamiento”.

Áreas como alimentos, cosméticos, cuidado personal y salud son solo algunas de las interesadas en aprovechar las bondades que representa el cannabis y que quieren llegarle a un público objetivo.

De otro lado, la Resolución 539 estipula que se permitirá el envío o la recepción en las zonas francas del país, áreas con incentivos tributarios y cuyo objetivo es atraer más inversión, estimular la creación de empleos y hacer crecer la economía nacional.

Algunos desafíos por delante

Pese a la relevancia de contar con la nueva regulación, Avicanna, una biofarmacéutica canadiense, apuntó que todavía quedan pasos por dar antes de que la emergente industria colombiana se consolide.

En primer lugar, la firma resaltó que será necesario construir puentes comerciales: “Como en toda actividad comercial naciente, es necesario crear demanda, generar confianza y dar a conocer las cualidades del producto. Hasta que esto no pase, no existirán compradores suficientes que generen ingresos para las empresas en el país”.

Luego, la organización destacó el papel de la logística y anotó que “es posible que haya otras naciones que realicen envíos a menores costos y en tiempos más reducidos”. Por ello, sugirió trabajar en un sistema de empaquetado universal, definir una producción acorde con la demanda y disminuir los tiempos de los trámites.

Así mismo, Avicanna señaló que hay naciones más exigentes con la calidad del producto y coincidió con Asocolcanna en que satisfacer esas exigencias implicará realizar altas inversiones en los cultivos y procesos de transformación.

Prácticas sostenibles

Hay que mencionar que las prácticas de producción sostenibles se están convirtiendo en un requisito obligatorio para las compañías de cualquier sector productivo. Tanto así que los consumidores finales pueden rechazar a un proveedor que no sea cuidadoso con los recursos naturales.

De acuerdo con voceros del gremio, las empresas locales deberán tener cultivos que no dependan de un elevado componente de recursos externos, de otra forma no serán competitivas cuando los potenciales clientes busquen socios.

Fuente; El Colombiano

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