Por la situación jurídica que atraviesa Nicolas Petro Burgos, hijo del presidente de la república, Gustavo Petro, muchos creen que el padre del hoy ex diputado del Atlántico estaría más que untado.
La celebración de partidos políticos de oposición y de otros sectores contradictores del presidente Petro, empezó desde la semana pasada, pero con brindis y alborada, luego de este jueves Nicolás, negociar con la fiscalía, a cambio de rebaja de pena, así tenga de delatar a su papá y a varias personas muy cercanas al primer mandatario.
Y por supuesto que también el festín de los medios de comunicación, que son de propiedad de las familias más ricas de Colombia; Los Sarmiento Angulo, Ardila Gaviria, Los Gilinski y el Grupo Prisa. Sí, estas cuatro familias, dueñas de RCN, La FM, Caracol, Semana, Blu y la W. El despliegue de la noticia no ha tenido precedentes en los últimos 20 años, como sí el caso más corrupto en las últimas dos décadas, fuera el de Nicolás Petro.
El hecho criminal de Petro hijo, fue durante y después de la campaña presidencial del 2022, recibir dineros de contratistas y un narco o ex narco, y al parecer, comprometerse con Ellos, a presentarles a su papá y a hacerles favores políticos. Favores que Nicolás no pudo cumplir en el primer año de gobierno de su padre; pues el presidente Petro Urrego, al enterarse de las intenciones de su hijo, en consejo de gobierno, les ordenó a todos sus ministros, que no volvieran a recibir en sus despachos y ni dar citas a su hijo Petro Burgos.
Gustavo Petro candidato presidencial, advirtió a todos los integrantes de su campaña, que habían indicios de infiltrar la campaña, con recursos del narcotráfico, razón por la cuál en un mensaje hizo la advertencia y la prohibición y dio la orden que todos los recursos para la financiación de la campaña, serían canalizados a través de la gerencia nacional de la campaña y con financiación de bancos, con el compromiso de devolver los préstamos con la reposición de votos, situación que con la alta votación obtenida, no más de la sola segunda vuelta presidencial, recibió por reposición de votos 45.000 millones de pesos, lo suficiente para pagar los créditos y también lo suficiente para costear la campaña. Es decir la campaña presidencial no necesitaba de más recursos, y menos del narcotráfico.
Sin embargo el hijo mayor del presidente, la codicia lo llevó a infringir la ley, volviéndose rico de la noche a la mañana. Para vivir sabroso. Y en tan poco tiempo darse lujos, tener mayor riqueza, incluso que la de su padre, quien durante 20 años ha ocupado cargos públicos, ganando buen sueldo y sin necesidad de dar un mercado por un voto. Lo que quiere decir que los altos salarios recibidos por Petro eran suficientes para vivir una vida modesta y en el caso del presidente, gastarse gran parte de su sueldo en lo que más le place: comprar libros y perderse horas al día, en la belleza que los libros nos traen.
En la audiencia, el fiscal del caso expone un cuadro al que integra a 27 personas cercanas al Presidente, y así meterle por los ojos a la opinión nacional, que el gobierno nacional se untó de la plata recibida por Nicolas Petro. En el cuadro aparecen hasta Verónica Alcocer, mujer del presidente, el abogado Miguel Ángel del Río, a quien ni menciona por qué puso su foto ahí. También menciona al hoy embajador en Francia y ex ministro del Interior Alfonso Prada, que porque Nicolás le pidió burocracia para 10 personas y el ministro de entonces le habría dicho que sí. Y gran divulgación ha tenido esto último, como si fuera un grande acto de corrupción. No estoy defendiendo esta situación, pero algunos medios de comunicación, con tal de armar el escándalo y de hacer más gravosa la situación, muestran la noticia como un acto más corrupto que el mismo robo a ECOPETROL, o que la misma época de la parapolítica en cabeza del 30% del congreso en la época de Uribe. Incluso divulgan los 10 puestos, que en últimas no es mucho, de cerca de 100 mil contratistas que tiene el gobierno nacional (tiene más puestos el exgobernador de Casanare, Marco Tulio Ruíz en el SENA Yopal, unos 30, que los que pidió el hijo del presidente) que no sabemos sí finalmente se los dieron a amigos de Nicolás; también con mayor despliegue noticioso que la situación presentada por parte de la madre del ex presidente Duque, que gracias a sus gestiones, el ex senador Mario Castaño, logró beneficiarse de cantidad de contratos en el gobierno de Duque Márquez, hijo de la señora Juliana Márquez, y finalmente por la gestión de ella, el senador Castaño recibió, según la Corte Suprema de Justicia, miles de millones en coimas. Sin embargo, a pesar de ser mencionada en varios chats y audios, la mamá del expresidente Duque no fue investigada por la fiscalía. Pues, el fiscal Barbosa es íntimo amigo de Iván Duque.
Y los dineros perdidos en el anterior gobierno, nada de ninguna investigación seria. Lástima los 70 mil millones que no volvieron a aparecer y eran para internet de niños de zonas vulnerables. También los 500.000 millones del fondo de la paz. Para esto el fiscal Barbosa, y la procuradora Cabello, no tienen tiempo.
Nicolas Petro, cometió varios delitos, entre esos, enriquecimiento ilícito, y recibió dineros mal habidos. Pero gracias a su padre, que le cerró las puertas del gobierno nacional, Nicolás, no pudo devolver los favores a quienes lo enriquecieron. Petro hijo, no robó al estado, terminó robando o apropiándose de unos recursos de unos contratistas y de un narco, más no, recursos de los colombianos ya que su padre no se lo permitió.
Mi conclusión es que al Presidente Gustavo Petro, le pueden seguir esculcando todo lo que quieran y jamás le encontrarán que se apropió de dinero de los colombianos. En los 4 años de la alcaldía de Bogotá, manejó 100 billones de pesos, esto es 200 años el presupuesto de hoy la gobernación de Casanare. El hambre que le han tenido para ver a Gustavo Petro por corrupto, que todo el establecimiento, en más de 20 años no ha sido capaz de comprobarle. El gobierno de Uribe lo chuzó, y con dos fiscales, dos procuradores y dos contralores del nivel nacional y jamás a Petro Urrego le encontraron algo. La misma perseguidora le hizo Germán Vargas Lleras, en el gobierno Santos con un Contralor General, un Fiscal General (Néstor Humberto Martínez) y un Contralor Distrital de Bogotá (Juan Carlos Granados) y de lo único que se enteraron es que Petro es un vaciado.
Las ganas de Vargas Lleras por ver preso a Gustavo Petro son demasiadas, recuerdo que en el segundo gobierno de Santos, se le atravesó al presidente y en un día lo puso a apoyar a Edgardo Maya para que el congreso lo eligiera Contralor General. Y también recuerdo la discordia en Casa de Nariño, cuando por orden del presidente Santos, la ministra de la presidencia de entonces, María Lorena Gutiérrez, dejó por fuera de la terna a Néstor Humberto Martínez. Esa vez, Vargas Lleras, siendo vicepresidente, se le emputó a Santos, y lo amenazó con renunciar a la Vicepresidencia de Colombia e irse en su contra, sí no le metía a Martínez Neira en la terna, para ser fiscal. Vargas Lleras se le subió al avión presidencial, el avión aterrizó en Cartagena y el vicepresidente se bajó con la terna firmada por Santos y ésta ya incluía al fiscal de Vargas, y Santos siguió a la Asamblea General de la ONU y al llegar a Nueva York, su escudera la ministra de la presidencia le había renunciado al cargo, pues había perdido la pelea con el vicepresidente. Y años después, Vargas Lleras, perdió la pelea con Petro, jamás le encontraron que se había robado un peso como alcalde de Bogotá. No lo pudo meter preso y le ganó en votos en el 2018 y en el 2022 se les montó en la presidencia.
Del presidente Petro pueden decir lo que quieran; terco, arrogante, malgeniado, mal peinado. Sí sus más cercanos la embarran, no le duele echarlos del cargo y distanciarse de ellos, sabe que en últimas no lo pueden joder, no lo podrán chantajear, no roba, pues se acostumbró a vivir sin codicia.
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