Un intenso fenómeno natural impactó con fuerza el barrio Brisas del Túa, donde el vendaval destechó once viviendas y provocó la caída de grandes árboles, dejando graves afectaciones en la zona. La tormenta, que tuvo lugar en la noche del lunes, causó caos y temor entre los residentes, quienes vieron cómo sus hogares eran dañados por la fuerza del viento.
Ante la emergencia, el gobernador César Ortiz Zorro desplegó rápidamente al equipo de Gestión del Riesgo de Desastres, que llegó al lugar con ayudas humanitarias para asistir a las familias afectadas. Entre los insumos entregados se encuentran láminas de zinc y los amarres necesarios para reparar las cubiertas de las viviendas dañadas.
Las primeras labores de respuesta fueron coordinadas por los Bomberos Voluntarios, la Alcaldía y algunos concejales, quienes se unieron para brindar apoyo inmediato a la comunidad. Estos equipos de emergencia comenzaron con la evaluación de los daños y con las primeras acciones de atención.
El ingeniero Guillermo Velandia, director de Gestión del Riesgo de Desastres, estuvo presente en la zona tras realizarse el censo y el reporte de afectación. Durante su visita, entregó ayudas de primera necesidad a las familias más afectadas, brindando alivio en medio de la adversidad.
Una de las historias que más conmovió fue la de Olga Mendoza, una ama de casa que, pese al temor de ver su vivienda completamente destechada, reaccionó con valentía para proteger a sus seres queridos. «Fue un momento de mucho pánico. He sentido el acompañamiento y recibo esta ayuda con mucho cariño», expresó doña Olga, visiblemente emocionada por el apoyo recibido.
Este lamentable evento ha dejado una huella profunda en la comunidad de Brisas del Túa, pero también ha fortalecido los lazos de solidaridad entre los habitantes y las autoridades locales, quienes continúan trabajando para brindar la asistencia necesaria y facilitar la recuperación de las familias afectadas.
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