23 de noviembre de 2024 - 7:50 PM
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Exjefes paramilitares extraditados se suman a la “paz total” y proponen su repatriación

Dos excomandantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) que están cumpliendo sentencias en Estados Unidos, Diego Murillo Bejarano (“Don Berna”) y Ramiro Vanoy Murillo (“Cuco”), anunciaron su deseo de participar en el proceso de “paz total” que propuso el nuevo gobierno de Gustavo Petro.

La información fue confirmada a EL COLOMBIANO por el abogado penalista Michel Pineda, quien preside la corporación Compromiso Colombia. Según él, a esta entidad llegó una misiva de parte de esos exjefes de las Auc, ratificando su intención de involucrarse en la iniciativa gubernamental.

“Don Berna” es uno de los delincuentes más veteranos en la historia del crimen organizado colombiano. Fue integrante del Clan Galeano, en la época del cartel de Medellín; luego encabezó las bandas “Perseguidos por Pablo Escobar” (“Los Pepes”) y “La Oficina”.

Como paramilitar, fue comandante de los bloques Cacique Nutibara, Héroes de Granada y Héroes de Tolová, con influencia en el Valle de Aburrá, Antioquia y Córdoba. Desde 2008 paga una condena de 31 años de cárcel por narcotráfico en una cárcel de Estados Unidos.

Por su parte, “Cuco Vanoy” fue uno de los precursores del paramilitarismo en el país y comandante del bloque Mineros de las Auc, con injerencia en el Bajo Cauca. Desde 2008 purga una sentencia de 24 años en EE.UU., también por tráfico de narcóticos.

EL COLOMBIANO supo también que detrás de ellos habría otros exjefes paramilitares extraditados con interés de sumarse a los acercamientos, entre ellos Salvatore Mancuso y Miguel Ángel Mejía Múnera (“El Mellizo”).

Como contexto, hay que recordar que en las últimas semanas han circulado varios comunicados y videos de grupos armados ilegales y mesas de trabajo de personas privadas de la libertad, informando a la opinión pública su voluntad de acercarse al Estado para buscar una solución pacífica al conflicto.

Además de la guerrilla del ELN, levantaron la mano el Clan del Golfo y “La Oficina”; el llamado Comité de Presos por la Verdad de Colombia; la disidencia de las Farc de alias “Iván Mordisco”; las bandas “Pachelly” (Bello), “los Mexicanos” (Quibdó), “Los Rastrojos Costeños” (Barranquilla), “Los Shotas” (Buenaventura), “La Inmaculada” (Tuluá) y “Los Caparros” (Bajo Cauca), entre otros.

La aparición de los extraditados en este escenario, pone sobre la mesa una petición al Gobierno, para que sean repatriados a Colombia y poder cumplir, desde aquí, sus compromisos con la verdad, justicia y reparación.

Esto implica que, de proceder esta solicitud, la participación del gobierno de Joe Biden será determinante para el éxito de la iniciativa.

Para profundizar sobre este aspecto, conversamos con el abogado Michel Pineda, quien en el pasado fue defensor de varios de esos comandantes de las Auc.

¿Es cierto el interés de varios excomandantes paramilitares que están presos en EE.UU. de sumarse a la “paz total” del nuevo Gobierno?

“Sí, efectivamente, desde EE.UU. recibimos la comunicación por parte del excomandante Diego Fernando Murillo (’don Berna’) y del señor Ramiro Vanoy (’Cuco’), quienes manifiestan, en representación de otros extraditados también, y en respuesta al discurso de posesión del presidente Gustavo Petro, la intención de sumarse en las voluntades de construcción a la paz total en el país, que es interés de todos los colombianos”.

Pero ellos tienen el impedimento de estar presos en otro país, ¿cómo sería su participación en un eventual proceso?

“Igual que durante Justicia y Paz, cuando se habilitaron mecanismos según los acuerdos internacionales suscritos entre Colombia y EE.UU.; es muy probable que de nuevo sea garantizada su participación”.

¿Sabe cómo recibió el gobierno de Petro esa muestra de interés de los excomandantes paramilitares?

“De acuerdo con lo escuchado en el discurso de posesión del presidente Petro, es clara la posibilidad de que todos los colombianos que quieran dialogar en torno a la paz se sumen al mismo. Se habla ya de diálogos regionales y se deberá habilitar el mecanismo internacional para que ellos puedan participar de esa alternativa. Es conveniente empezar a reflexionar sobre distintas realidades, como los acuerdos suscritos sobre el tema de repatriación. Mire que hoy las noticias muestran cómo EE.UU. intenta hacer un intercambio entre la basquetbolista detenida en Rusia, por un empresario ruso que está en EE.UU. Es decir, son temas que, al igual que la extradición, que se convirtió en una política para callar la verdad, deben ser revisados, y esa posibilidad creemos que la daría el nuevo Gobierno. Por terribles que sean los crímenes cometidos por algunas personas, como el caso de Gilberto Rodríguez Orejuela (exjefe del cartel de Cali), no debemos olvidar que también tenía derecho a una muerte digna en su país (murió en una prisión norteamericana). Con sobradas razones, como una fracasada lucha antidrogas y la violencia generalizada en nuestro país, por parte del Gobierno debería existir la intención de buscar una renegociación sobre estos tratados, que tendrán incidencia directa sobre el conflicto en el país”.

Entonces esa intención de los excomandantes paramilitares de participar en la “paz total”, ¿también pone sobre la mesa una petición para ser repatriados?

“Indudablemente hay unas historias y unos antecedentes, hace más de 14 años el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, sacó a las Autodefensas de la lista de grupos terroristas internacionales, lo cual significaba que las personas que estuvieron en esos grupos podrían intentar estar en la política. Siendo así, que no es de hoy esa voluntad, y que además ha habido colaboración eficaz con la justicia internacional y la colombiana desde la jurisdicción de Justicia y Paz, pues indudablemente esos mecanismos procedimentales para la construcción de la paz deben ser habilitados por los dos países”.

En caso de que el gobierno de Petro acepte la participación de estos excomandantes extraditados, necesariamente habría que contar con la postura de la Casa Blanca. ¿Ve posible esa coordinación?

“El gobierno de EE.UU. es el más preponderante en la lucha antidrogas, razón por la cual entre Colombia y EE.UU. hay suscritos acuerdos no solo en materia de extradición sino de repatriación, y en muchas otras materias, que terminan incidiendo en los resultados de la violencia en nuestro país. Entonces una revisión a las políticas y a los momentos en los cuales se hicieron esos tratados, es fundamental en este momento, pues la voluntad de EE.UU. es un requisito sin el cual no sería posible construir la paz total. Reitero que es necesario analizar los mecanismos de repatriación, al igual que los de extradición, que no puede seguir siendo una política del Estado para callar la verdad”.

“Don Berna” y “Cuco Vanoy” fueron comandantes hace muchos años, ¿todavía tienen incidencia en los conflictos de hoy? ¿Qué aporte real podrían hacer?

“Recuerde que la verdad, entre más tiempo pasa, más valiosa es. Y quienes detentaron esos poderes militares, económicos y políticos en su momento, es muy probable que quieran seguir sumándose a esa intención. Lo que hoy ocurre es que la ley de Justicia y Paz, en mi criterio de abogado, se quedó corta en la construcción de la verdad; y la JEP, desafortunadamente, está siendo muy restrictiva en aportar su espacio para la construcción de esa verdad (de los paramilitares). Por lo tanto, las modificaciones que se hagan a la justicia transicional serán fundamentales y, presumo que motivo de estudio del Gobierno Nacional, para sumar a estos actores que también quieren hacer parte de la paz total”.

En las últimas semanas han circulado comunicados de múltiples grupos armados ilegales mostrando su interés en esa paz total. ¿El propósito es unificarlos a todos en un mismo proyecto?

“Lo primero es aplaudir todas las intenciones de paz de los actores del conflicto, sin esa voluntad sería imposible lograr ese propósito. Lo segundo, es al Gobierno Nacional al que le corresponderá establecer los mecanismos y las formas de hacerlo; ya mencionó su intención de formar las mesas de diálogos regionales, en ese espacio será probablemente donde serán escuchadas estas voces”.

En el marco del actual debate, volvió a surgir la expresión de “acogimiento a la justicia” en vez del “sometimiento”. ¿Cuál es la diferencia?

“El sometimiento a través de la normatividad que se realizó en el país, no generó sino conflicto y guerra. La diferencia con el acogimiento, es que este es el camino para la construcción de la paz total”.

Fuente: El Colombiano

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