Con unos pocos kilos de menos peso, unas pintas más modernas y con su humor de siempre, regresó al trabajo Jhon Jairo Torres.
Desde que reasumió el cargo la semana pasada, Jhon jairo Torres no ha entrado al despacho del Alcalde. A la gente y a sus funcionarios los ha atendido en los parques, en las tiendas, en los barrios porque «no quiero contaminarme, no quiero ni llevarme ni una silla ni un escritorio ni nada de la oficina donde estuvieron esas personas que maquinaron y destruyeron los recursos del municipio».
Torres dijo que la remodelación se hace con plata «nada se hace con moronas. Y eso vale plata.Peor hubo amigos comerciantes que hicieron sus donaciones para poder reconstruir el lugar. Allá me llevaré unas Rimax o las sillas de mi casa. peor será un despacho de puertas abiertas»