Jaime Hernán Urrego Rodríguez
El nombramiento del Viceministro de Salud Pública como cuarto Superintendente en menos de dos años subraya la inestabilidad de la entidad clave que hoy fiscaliza a las EPS más grandes del país.
BOGOTÁ. Octubre 25 de 2025.El Gobierno Nacional volvió a mover el ajedrez de la salud al designar a Jaime Hernán Urrego Rodríguez como nuevo Superintendente Nacional de Salud, en calidad de encargado, mediante el Decreto 1113 del 23 de octubre de 2025. Este movimiento es notable no solo por el perfil del funcionario, sino por ser el segundo relevo en menos de 48 horas y el cuarto Superintendente en ocupar el cargo en menos de dos años del actual periodo de gobierno.
Esta inestabilidad en la cúspide de la entidad de inspección, vigilancia y control (IVC) es, en sí misma, un síntoma de la profunda crisis estructural y la tensión política que vive el sector salud.
1. El perfil de Urrego:énfasis en Salud Pública y el Modelo Preventivo
El doctor Urrego no es una figura ajena al sector; de hecho, es uno de los funcionarios más alineados con la visión de la actual administración.
- Formación y Experiencia: Médico cirujano con PhD en Salud Pública, su trayectoria incluye experiencia en desarrollo regional, derechos humanos y, fundamentalmente, la posición de Viceministro de Salud Pública.
- Implicación Analítica: Su nombramiento envía un mensaje claro: la Supersalud, aunque es una entidad de control financiero, priorizará la implementación de las políticas del Ministerio de Salud. Urrego es un promotor del Modelo de Atención Preventiva y Predictiva, eje central de la fallida Reforma a la Salud, que busca trasladar el foco del aseguramiento a la atención primaria territorial.
2. El desafío de la inestabilidad institucional
El rápido recambio de cabezas en la Supersalud—tras las salidas de Ulahy Beltrán, Luis Carlos Leal y Giovanny Rubiano—genera una fuerte incertidumbre jurídica y administrativa en un momento crítico:
- EPS Intervenidas: La Supersalud es la entidad responsable de la intervención administrativa de algunas de las EPS más grandes de Colombia (Sanitas, Nueva EPS, Famisanar, entre otras), que en conjunto atienden a más de 20 millones de afiliados. Un cambio constante en la dirección dificulta la continuidad y la efectividad de los planes de saneamiento y salvamento.
- Autonomía en Riesgo: La sucesión de encargos (en lugar de nombramientos en propiedad a través de un proceso riguroso) despierta cuestionamientos sobre la autonomía de la Supersalud. Los analistas del sector señalan que la entidad corre el riesgo de ser percibida como una extensión operativa del Ministerio de Salud, lo que podría comprometer su rol técnico e independiente de fiscalización.
- Incumplimiento de Metas: La falta de un liderazgo estable dificulta la rendición de cuentas y el cumplimiento de metas ambiciosas, especialmente en un contexto de alta iliquidez y quejas crecientes de los usuarios.
3. La tarea inmediata: control, transparencia y servicios
El principal reto de Jaime Urrego, aunque sea de manera transitoria, es triple:
- Asegurar Servicios: Garantizar que las EPS intervenidas mantengan la prestación de servicios y el flujo de medicamentos a los usuarios, minimizando el impacto de la crisis de liquidez.
- Saneamiento Financiero: Liderar con transparencia los procesos de intervención, asegurando que el saneamiento financiero de estas gigantes del aseguramiento se haga de forma técnica y sin influencias políticas.
- Relación con el Ministerio: Deberá coordinar estrechamente con el Ministerio de Salud para asegurar la implementación del nuevo modelo, pero manteniendo la rigurosidad en la vigilancia.
En conclusión, el nombramiento de Jaime Urrego asegura una mayor coherencia ideológica entre el Ministerio de Salud y el ente de control, pero no resuelve el problema de fondo: la crónica inestabilidad en el liderazgo de la Supersalud. Esta entidad necesita con urgencia una dirección estable y técnica para afrontar el colapso estructural que el sistema de salud colombiano vive en la actualidad.
