23 de noviembre de 2024 - 11:54 PM
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El drama por muerte de dos mujeres tras cirugías del mismo médico

Con una ceremonia religiosa en Armenia, la familia de la ingeniera Ana Carvajal recordó a la joven, que falleció tras practicarse una cirugía estética en una clínica del norte de la ciudad hace un año.

Sus familiares tratan de esclarecer los hechos que rodearon la muerte de la mujer, de 32 años, pero aún no cuentan siquiera con el dictamen final de Medicina Legal.

Ana había decidido realizarse una liposucción, y un médico cercano a la familia le recomendó a su colega Ricardo Urazán, quien, según su página web, atiende en la clínica La Castellana de Bogotá. La mujer se practicó los exámenes previos, y la cirugía se realizó el 14 de febrero de 2019 en Mediservicios S. A., clínica El Parque de Armenia.

“Tras la cirugía la llevaron a una habitación, pero no tenía monitoreo de ningún tipo, solo había una enfermera medio pendiente; nosotros insistimos mucho en que ella estaba sangrando en cantidades, pero nos dijeron que era normal, pero ella no se veía bien. A ella le dio salida una enfermera porque los médicos no estaban, hasta se desmayó en la salida de la clínica, pero ellos no hicieron nada”, narró Angélica Carvajal, hermana de Ana.

Sin embargo, 20 minutos después de haber llegado a su casa en Armenia, Ana se desvaneció. Esa noche fue ingresada al servicio de urgencias en un hospital, pero ya no tenía signos vitales y falleció. “El médico de turno en urgencias me dijo que sufrió un paro cardiorrespiratorio, producto de un choque hipovolémico por falta de sangre”, recordó.

Tras la muerte de Carvajal, sus parientes han solicitado a las autoridades que investiguen las presuntas irregularidades en el procedimiento médico que le practicaron a la mujer. Incluso, instauraron una demanda y, actualmente, están pidiendo acompañamiento de la Procuraduría porque están a punto de vencerse algunos términos.

La Secretaría de Salud del Quindío, entidad encargada de la investigación, como primera medida cerró temporalmente la clínica El Parque, donde se practicó la cirugía, y luego le impusieron una multa de 15 millones de pesos.

Yenny Trujillo, nueva encargada de esta secretaría, contó que meses después la clínica solicitó que le habilitaran la prestación del servicio, “y le dieron el permiso el año pasado. El médico que realizó el procedimiento no labora actualmente allí, está en Bogotá, y la clínica no volvió a alquilar los quirófanos”.

Luego de la muerte de Ana, la Secretaría de Salud manifestó que Urazán no aparece como especialista en el Registro Único Nacional de Talento Humano en Salud (Rethus).

Le dio un paro respiratorio y falleció. Nadie hace nada con ese hombre, y esa clínica sigue
abierta.

No obstante, en sus redes sociales ha revelado su registro médico de la Secretaría de Salud de Bogotá y el certificado de un máster en lipoescultura de la International Academy Of Cosmetics Surgery.

La hermana de Carvajal añadió que, no obstante el apoyo de la Fiscalía en este caso, no se ha logrado esclarecer la muerte.

De hecho, otra intervención realizada por Urazán cobró otra vida. Así lo afirman los familiares de Marcela Mendoza, una dragoneante del Inpec que murió el pasado 31 de enero tras practicarse una cirugía estética en la clínica La Castellana de Bogotá. La mujer, de 40 años, dejó tres hijos.

Su esposo, Gilberto Marín, no se explica cómo operaron a la mujer si en los exámenes previos a la cirugía se había evidenciado que tenía los niveles de la sangre muy bajos.

“Le dio un paro respiratorio y falleció. Nadie hace nada con ese hombre, y esa clínica sigue abierta. Él no es cirujano plástico, él es el que atiende todo el tiempo porque yo fui a las citas con mi esposa, pero ellos disfrazan y dicen que es otro el que opera, pero eso no es cierto”, cuenta Marín.

Otra denunciante es Vicky Orjuela, operada en la clínica La Castellana el 6 de junio de 2018 y quien días después instauró una denuncia en la Fiscalía por los daños causados tras una cirugía de lipectomía y lipoescultura que le practicó el mismo médico Urazán.

“Me ofreció 19 millones de pesos de indemnización, pero no los acepté porque quedé debiendo 64 millones de pesos de mi recuperación en otra clínica. El diagnóstico fue que presenté una infección por un instrumento quirúrgico mal desinfectado que usaron en mi lipectomía”, dijo.

 

Fuente, El Tiempo.

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Redacción Chivas

Periodista, Director de www.laschivasdelllano.com y www.laschivasdecolombia.com