El dólar terminó ayer con un precio promedio de $4.315 y cayó $80 con respecto al cierre de la jornada anterior. De esta manera, la divisa estadounidense ajustó cuatro caídas consecutivas desde el pasado 13 de julio, día en que culminó en $4.558, luego de haber alcanzado el máximo histórico de $4.627.
Cuando inició la descolgada, todo parecía indicar que seguiría la senda alcista, toda vez que el Gobierno de Estados Unidos informó que para junio el costo de vida (inflación) llegó a 9,1%, un pico no visto desde hace 40 años.
De manera preliminar, esto hacía pensar que la Reserva Federal (homólogo del Banco de la República) podría seguir subiendo las tasas de interés para enfriar los precios de los bienes y servicios. Eso haría que los inversores siguieran llevando sus dólares a ese país y a su vez presionaría al alza el valor de la divisa.
Se había anticipado
Los analistas consultados explicaron que los mercados ya daban por descontado ese dato de inflación en EE. UU. y por eso se había visto ese rally entre el 17 de junio ($3.912) y el 12 de julio ($4.627).
De otro lado, precisaron que la mayoría de inversionistas proyecta que ya el costo de vida en EE. UU. habría tocado techo y eso moderaría la subida de tasas por parte de la Fed, una hipótesis que por ahora le da calma al mercado.
Para Gregorio Gandini, analista de mercados financieros, el dólar está experimentando una corrección normal: “Nos están guiando los inversionistas, quienes lo han visto en máximos y están aprovechando para vender”
Otros factores que inciden
Felipe Campos, gerente de inversión e investigación de Alianza Valores, apuntó que el dólar no solo está bajando frente al peso, sino que también lo hace frente a las demás monedas emergentes.
En su opinión, igualmente pesan “los anuncios que ha estado haciendo el próximo ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, para calmar al mercado”, y otro elemento importante sería el precio del petróleo que rebotó luego de las recientes caídas.
Así mismo, el experto hizo notar que, en los últimos cuatro días bursátiles, “los extranjeros han comprando montos altísimos en títulos de tesorería (TES) —entre $200.000 y $300.000 millones que entran en dólares— eso quiere decir que, en medio de la turbulencia, hay unos inversionistas muy interesados en comprar la deuda del Gobierno con las actuales tasas de interés”.
Otro analista de renta variable afirmó que aunque es difícil predecir el comportamiento del dólar, seguirán incidiendo la cotización internacional del petróleo y los mensajes que envíe el Gobierno entrante sobre reforma tributaria y política petrolera
Fuente: El Colombiano
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