
En la vereda Alto Tamuría, municipio de Nunchía (Casanare), más de 60 familias cafeteras y cacaoteras quedaron incomunicadas tras un deslizamiento de tierra que arrasó con más de 30 metros de vía terciaria, afectando gravemente la movilidad en esta zona rural.
Ante la emergencia, la administración departamental, bajo el liderazgo del gobernador César Ortiz Zorro, activó una intervención conjunta entre la Dirección de Gestión del Riesgo de Desastres de Casanare y la Alcaldía de Nunchía, con el objetivo de recuperar el paso vehicular y garantizar el tránsito seguro de los habitantes.
Una roca que bloquea la vida rural
Los trabajos en la zona incluyen la perforación de una enorme roca, estabilización del terreno y ampliación de la banca de la vía para rehabilitar el corredor que conecta a Alto Tamuría con el casco urbano de Nunchía.
Este mismo trayecto es utilizado por campesinos de otras veredas vecinas como Santo Domingo, Garzas y Aposentos de Támara, quienes dependen de esta vía para comercializar sus productos agrícolas y acceder a bienes y servicios básicos.
“Acá el peligro era que uno se fuera rodando; las mulas se enterraban, pero así nos tocaba cruzar, arriesgándonos”, relató José Donaldo Pidiachi, presidente de la Junta de Acción Comunal de Alto Tamuría, quien agradeció el compromiso institucional frente a la situación.
Supervisión en terreno
Durante el puente festivo, el director de Gestión del Riesgo, Guillermo Velandia, y el alcalde Yeison Güicón, visitaron la zona para inspeccionar los avances y escuchar a la comunidad.
Se espera que las labores permitan restablecer totalmente la movilidad esta misma semana, beneficiando a las más de 60 familias directamente afectadas por el deslizamiento.