Diplomas académicos, libretas militares, certificaciones laborales y hasta contratos con el Estado hacían parte del portafolio de servicios de una organización clandestina dedicada a tramitar documentos de forma fraudulenta.
Sus marañas salieron a la luz pública con la captura de cuatro de sus presuntos integrantes, todos mayores de 50 años, que al parecer hacían chanchullos en distintas ciudades de Colombia, con particular énfasis en Bogotá y el Eje Cafetero.
Según el director Anticorrupción de la Fiscalía, Eduar Calderón, los sospechosos conspiraban para “contactar trabajadores de centros educativos privados o públicos, y gestionar la modificación de bases de datos y registros para que fueran incluidas como egresadas personas que nunca estuvieron inscritas ni asistieron a clases en los colegios o universidades que expedían los títulos”.
Los “estudiantes fantasma” que contrataban a esta organización para conseguir títulos universitarios, obtenían el paquete completo: diploma, acta de grado e informes de notas que promediaban entre 3.5 y 4.0 como calificación.
Por este servicio, según el fiscal, cobraban entre $7’000.000 y $26’.000.000 a sus clientes.
De los hechos detectados por los investigadores del CTI, se destacan el de un hombre que pagó para que le consiguieran diplomas de Trabajo Social e Ingeniería Industrial.
Una señora contrató a la red para que le tramitara un certificado de salud y poder ejercer la homeopatía, burlando los controles de las autoridades. Y una joven pagó los $7’.000.000 para que le gestionaran el título de Enfermera.
A los investigadores les llamó la atención el caso de una abuelita que dio dinero para que a sus nietos les consiguieran diplomas de bachillerato y libretas militares.
En cuanto a los contratos con el Estado, los presuntos delincuentes cobraban el 10% de cada contrato que lograban gestionar en diferentes alcaldías. Así quedó documentado en una de las interceptaciones telefónicas que hizo la Fiscalía.
“Yo no creo que vayan a hablar de plata todavía, pero si el tipo le pregunta, es el 10, yo ya le había dicho al otro que nosotros cobrábamos el 10. El tipo está muy interesado en sacar esa vaina. Si hay que hacer algún documento o algo, lo firmamos entre el secretario de Infraestructura y yo. Ya usted con el alcalde ahí de frente mira a ver cómo son las cosas”, se le oyó decir a uno de los tramitadores, mientras hablaba con un compinche.
Por estos hechos fueron capturados Juan Guillermo Benavides Castañeda, funcionario del Ministerio del Trabajo; Norberto Herrera Parra, excontratista de la Gobernación de Risaralda; Héctor Martínez Palomino y Luz Marina Amaya Cruz.
Fuentes judiciales indicaron que faltan más personas por capturar, incluyendo funcionarios de alcaldías y empleados de claustros educativos, que se beneficiaron con los fraudes.
Fuente: El Colombiano