
Con una jornada cargada de testimonios reales, actividades lúdicas y espacios de diálogo sincero, la estrategia nacional ‘Delinquir No Paga’ llegó por primera vez al departamento de Casanare, específicamente al municipio de Támara.
Esta iniciativa, liderada por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) y respaldada por la Gobernación de Casanare, tiene un objetivo claro: prevenir el delito y el consumo de sustancias psicoactivas entre niños, niñas y adolescentes, mostrando desde la experiencia las consecuencias reales de tomar decisiones equivocadas.
La jornada se desarrolló en la Institución Educativa Arturo Salazar Mejía, en el marco de la estrategia Casanare Unido por la Seguridad y la Convivencia. Allí, estudiantes, docentes y familias vivieron un espacio profundamente humano y pedagógico, donde se compartieron testimonios de personas privadas de la libertad, se realizaron talleres de reflexión, y se promovieron alternativas de vida lejos de la violencia.
“Traer este programa por primera vez a Casanare es una apuesta directa a la transformación desde las raíces. La prevención no es un discurso, es una acción que transforma vidas, y por eso comenzamos desde los más jóvenes”, señaló el coronel (r) Edgar Ricardo Bernal Martínez, director del Programa de Convivencia y Seguridad Ciudadana.
Desde la comunidad educativa, el impacto fue evidente. El docente Arnold Bernal Parra, del área de tecnología, expresó:
“Esta experiencia ha sido profundamente reflexiva. Vimos rostros transformados, silencios que dicen mucho y preguntas que nacen del interior. Ojalá podamos repetirlo y fortalecerlo”.
La jornada también dejó claro que delinquir no es una opción, y que la pedagogía, el ejemplo y el arte pueden salvar caminos.
El coordinador del programa para la zona norte de Casanare, Johan López Páez, destacó el mensaje potente que recibieron los jóvenes tamareños:
“Este es solo el inicio. Nuestra meta es que esta estrategia llegue a más municipios del norte del departamento”.
Por su parte, Nelson Arévalo, gestor departamental y formulador del programa en Casanare, enfatizó el enfoque emocional y educativo del proceso:
“No se trata solo de disuadir. Buscamos mostrar que hay caminos distintos, posibles, y que vale la pena tomarlos”.
La Gobernación de Casanare proyecta llevar la estrategia a más instituciones educativas, con una meta de cobertura estimada en 47.800 estudiantes, articulando esfuerzos con alcaldías y secretarías de educación.
Porque transformar desde la raíz es prevenir para siempre.