Zonas azules, así se les llama a los espacios donde se puede parquear las motocicletas y carros en el centro de Yopal. Para unos son ventajas por su bajo costo. Para otros una desventaja ya que nadie responde por los daños que se les causa a las motocicletas.
IDURY, la entidad encargada de administrar las zonas azules, tampoco responde por daños a las motocicletas, mucho menos las personas encargadas de cuidarlas. Entonces ¿quién lo hace?, ¿Qué tan seguro es dejarlas en estas zonas?
Lo malo del asunto es que las zonas azules también son un dolor de cabeza porque en un reducido espacio, si por los motociclistas fuera, harían caber a cientos de motos y las encaramarían unas sobre otras.
No falta el malaleche que le corre la moto al motociclista ausente y se la deja en la mitad de la calle, mientras llega el temido agente de tránsito seguido de la grúa para levantarla por esta mal parqueada.
Lo bueno de las zonas azules es que les permite el trabajo a decenas de personas en condiciones de discapacidad, que al menos, así sea por aguantar sol, lluvia, sed, gritos y madrazos, rebuscan el centavo para llevar el sustento para sus casas. Son trabajadores que luchan y no se derrumban ante las adversidades, orgullosos de la labor que realizan cada día.
Exclama uno de ellos: “mi responsabilidad es cuidar sus motos, y brindar un buen servicio”. Todos los días se levanta con el mismo pensamiento: lograr que su trabajo cada día sea mejor, cumplir con sus obligaciones y que en todo momento la gente agradezca por la labor realizada, mientras va dejando su monedita.
