
Papa Francisco (QEPD)
Por: Las Chivas del Llano
Ciudad del Vaticano, 21 de abril de 2025.
El reloj marcaba las 7:35 de la mañana, hora del Vaticano (00:35 hora Colombia), cuando se apagó la luz del hombre que cambió la historia reciente de la Iglesia. Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, falleció este lunes a los 88 años en la residencia de la Casa Santa Marta, donde vivía desde que asumió el papado en 2013.
La noticia fue confirmada oficialmente por el cardenal Kevin Farrell, actual camarlengo, quien asumirá la administración temporal de la Santa Sede hasta que se elija un nuevo pontífice. En su mensaje, Farrell pidió oraciones por el alma de Francisco y anunció el inicio del protocolo llamado sede vacante, que incluye el funeral y el próximo cónclave.
🕯️ Una enfermedad que fue ganando terreno
El Papa llevaba varios meses con quebrantos de salud, producto de una neumonía bilateral que lo obligó a permanecer hospitalizado durante 37 días en Roma. Aunque en varias apariciones públicas recientes intentó mostrarse sereno y activo, la enfermedad avanzó silenciosa, debilitando poco a poco su cuerpo.
En los últimos días, según fuentes del Vaticano, su estado se volvió irreversible. Aun así, Francisco permaneció lúcido, rodeado por su equipo médico y algunos de sus más cercanos colaboradores. Se despidió con serenidad, en oración, sin grandes discursos, fiel a su estilo sencillo y profundo.
📿 Una figura que rompió moldes
Francisco fue el primer Papa latinoamericano, el primero de la orden jesuita y el primero en elegir el nombre de San Francisco de Asís. Desde que apareció por primera vez en el balcón de la Basílica de San Pedro con un «buenas tardes» que rompía el protocolo, supimos que nada volvería a ser igual.
Luchó por una Iglesia más cercana, menos burocrática y más misericordiosa. Habló claro contra el abuso, contra la corrupción, contra la indiferencia. Fue el Papa de los migrantes, de los descartados, del medio ambiente. El que lavó los pies de reclusos, el que comía con indigentes, el que pedía constantemente: «Recen por mí».
🕊️ Adiós, Francisco
La Plaza de San Pedro comienza a llenarse de fieles que se acercan a dejar flores, a rezar, a decir gracias. Su cuerpo será velado en la basílica entre cuatro y seis días, mientras el mundo despide al hombre que enseñó que el poder no está en la pompa, sino en el servicio.
Francisco se va, pero deja un legado que no cabe en una crónica. Se va el Papa, pero queda el pastor, el guía, el hombre que, con un solo gesto, sanaba más que con mil palabras.
Como decía su santo patrono:
«Es dando que se recibe, es perdonando que se es perdonado, y es muriendo como se resucita a la vida eterna.»