El tercer día de CosechArte fue una verdadera fiesta para los sentidos. Desde las primeras horas de la mañana, familias enteras recorrieron los hangares del festival, disfrutando de muestras gastronómicas, artísticas y culturales que reflejan el espíritu boyacense. La alegría, la unión y el orgullo por lo nuestro se sintieron en cada rincón del evento.
Uno de los momentos más esperados fue la semifinal y gran final del Primer Concurso Gastronómico “María Paulina García”, donde tres restaurantes —Proa, Enigma y Tunjapón— deslumbraron con su creatividad y técnica.
El jurado, integrado por Leo Cocinero, Valentina Taguado, Chris Carpentier, Julián Rodríguez y Jairo Hernández, reconoció a Proa como ganador del primer puesto, seguido por Tunjapón y Enigma, por su talento y exaltación de los sabores del campo boyacense.
Los finalistas cocinaron con una despensa repleta de productos locales —rubas, nabos, habas, cúrcuma, queso Paipa, siete cueros y mazorca— transformando ingredientes tradicionales en obras culinarias con identidad y vanguardia.
“El concurso es una manera de rescatar la cocina de tradición, la de los ancestros y las abuelas. Me ha sorprendido el nivel de Tunja, la organización del festival y la fuerza de su gastronomía”, destacó Leo Cocinero, miembro del jurado.
El Hangar de Artes y Oficios también fue protagonista, con la presentación del grupo argentino Mainumby Arte Ballet, que encantó con danzas tradicionales del sur del continente. En paralelo, los más pequeños participaron en la Master Class infantil de Café La Conserva, aprendiendo sobre cultivo y tostión del café, mientras que artesanos de Boyacá, México y Panamá compartieron saberes en el Diálogo de Tejeduría, uniendo hilos, historias y culturas.
El espíritu campesino se sintió también en la segunda edición del TurmaRunning, una carrera única donde niños, jóvenes y adultos corrieron con bultos de papa al hombro, en homenaje al esfuerzo del campo boyacense.
“Me parece genial que lleguen cosas así a Boyacá, es una gran oferta para los emprendedores y un plan imperdible para toda la familia”, dijo Lina Neiza, visitante del festival.
Entre sabores, tejidos, caballos y sonrisas, CosechArte volvió a demostrar que el campo es el alma de Boyacá. El festival cerró su tercer día consolidándose como una vitrina viva de la cultura, la gastronomía y el talento latinoamericano.
