La Fiscalía General compulsó copias ante la Corte Suprema de Justicia para que se investigue al actual senador Álvaro Uribe Vélez por su presunta participación en la masacre de El Aro registrada el 22 de octubre de 1997 en el municipio de Ituango (Antioquia).
Esta solicitud se desprende de las declaraciones entregadas ante una comisión de la Fiscalía General por el excomandante paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’ que señaló que el entonces gobernador de Antioquia tuvo conocimiento directo de los hechos.
Igualmente el ente investigador compulsó copias ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes para que se investigue su conocimiento en el homicidio del paramilitar Francisco Villalba Hernández -condenado por esta masacre- y quien señaló directamente a Uribe Vélez.
Además se pide establecer la veracidad de las denuncias presentadas por una presunta estrategia encaminada a la presión de testigos para que cambiaran y modificaran sus versiones entregadas ante las autoridades judiciales.
En dos oportunidades la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín ha compulsado copias para investigar al exgobernador de Antioquia.
El abogado Jaime Granados Peña, quien defiende los intereses del senador del Centro Democrático calificó esta nueva decisión como una «persecución sin precedentes» por parte de la Fiscalía General.
En dialogo con BluRadio, el jurista aseguró que desde el ente investigador se ha adelantado una «arremetida» contra el actual congresista y su núcleo familiar.
Frente a las declaraciones de ‘Don Berna’ el abogado señaló que «es claro que la Fiscalía está siguiéndole a quien declara las respuestas que quiere escuchar, hace preguntas claramente sugestivas».
Finalmente indicó que se ha presentado una vulneración al derecho a la defensa, reiterando que pese a a todas las acusaciones hecha desde hace muchos años se han evidenciado que faltan a la verdad.
«Ha quedado claro que han mentido quienes lo han dicho y por eso ningún proceso ha podido avanzar», precisó Granados Peña.
FUENTE EL ESPECTADOR