María Alejandra Colmenares, de 21 años y actual pareja de Muñoz, -también víctima de sus abusos-, presenció cómo él asfixiaba a Jeniffer usando una almohada mientras ambas estaban atadas.
La situación escaló a tal punto que Muñoz amenazó con torturar y mutilar a la hija de María Alejandra si ella revelaba el crimen.
Afortunadamente, María Alejandra pudo escapar con la ayuda de un familiar y fue llevada a la casa de sus padres para protegerse de posibles represalias. Hoy, su testimonio se perfila como una pieza clave en el proceso judicial contra Muñoz.
Una historia de abuso repetida
La Fiscalía investiga a Muñoz no solo por el feminicidio de Jeniffer, sino también por secuestro, tortura y amenazas contra María Alejandra. Esta última ha presentado evidencias de las agresiones que sufrió, incluidas marcas físicas en su rostro y cuerpo que testimonian las vejaciones padecidas.
Los indicios apuntan a que Muñoz no solo habría victimizado a estas dos mujeres, sino que también existe el testimonio de otra expareja, residente fuera de Yopal, que habría sufrido episodios similares de violencia.
Entre tanto, este miércoles 13 de noviembre se surtió la epata de imputación de cargos, los cuales no fueron aceptados por el acusado, a pesar de las fundadas argumentaciones de la Fiscalía.
Así mismo será enviado a centro carcelario (hasta ahora estaba a cargo de la Sijin de la Policía) como imposición de medida preventiva mientras se adelanta el proceso de juicio.
Patrón psicopático y desprecio hacia la vida.
El perfil de Muñoz Márquez sugiere rasgos psicopáticos profundos, caracterizados por una falta de empatía y una total indiferencia ante el sufrimiento de sus víctimas. Rasgos como la ausencia de culpa, la frialdad emocional y un deseo de manipulación y control son recurrentes en su comportamiento.
La psicopatía también se manifiesta en su capacidad para engañar y manipular a sus parejas con encanto superficial y mentiras patológicas. En su conducta, muestra impulsividad, una inclinación al peligro, y un desprecio por la vida ajena que va más allá de lo imaginable, características típicas de un psicópata.
Rasgos de psicopatía
El perfil de William Muñoz Márquez sugiere rasgos de psicopatía exacerbados por un desprecio profundo hacia las mujeres, manifestado en sus actos extremos de violencia y control.
Los psicópatas suelen tener una marcada falta de empatía y de capacidad para conectarse emocionalmente con otros, lo que los hace indiferentes al sufrimiento ajeno.
Estos rasgos pueden ser:
• Ausencia de culpa o remordimiento
• Frialdad emocional
• Superficialidad emocional
2. Rasgos interpersonales
En términos de relaciones personales, los psicópatas muestran una inclinación al control, la manipulación y la explotación de las personas que los rodean. Esto incluye:
• encanto superficial
• Mentira patológica y manipulación
• Grandiosidad y narcisismo
Rasgos Conductuales
En sus acciones, los psicópatas suelen presentar patrones de comportamiento impulsivo, irresponsable y a menudo violento. Entre este
• Impulsividad y falta de autocontrol
• Conducta antisocial:
• Búsqueda de estímulos y desprecio por el peligro
Sadismo y desprecio por la vida Ajena
Los psicópatas que presentan tendencias sádicas encuentran placer en infligir dolor o sufrimiento a otros. En casos extremos, como los de feminicidio y abuso, el sadismo se manifiesta en una actitud de total desprecio hacia la vida ajena, disfrutando de la sensación de poder y control absoluto que obtienen sobre sus víctimas.
Estos rasgos hacen que los actos de un psicópata, sobre todo en el contexto de violencia de género y feminicidio, sean especialmente atroces y difíciles de procesar para las personas cercanas y la sociedad en general. Conocer estos patrones es fundamental para la prevención y para identificar a quienes pueden representar una amenaza potencial antes de que sucedan.
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