De los 108 asientos del Senado, el Pacto Histórico, la colectividad liderada por el presidente electo Gustavo Petro, tendría a partir de este 20 de julio un total de 54 apoyos, es decir, la mitad.
Este cálculo vienen de la suma de los partidos que son o se han declarado de gobierno: Pacto Histórico (20), Partido Liberal (14), Coalición Verde Centro Esperanza (13) Comunes (5), MAIS (1) y AICO (1).
En la Cámara de Representantes, de los 188 votos, la coalición oficialista tendría asegurados 86: Partido Liberal (33), Pacto Histórico (27), Coalición Verde Centro Esperanza (17), Comunes (5), Colombia Renaciente (1), Fuerza Ciudadana (1), Gente en Movimiento (1) y MAIS (1).
Los anteriores podrían no ser todos los votos del gobierno entrante, debido a que por lo menos 12 de los 16 representantes electos en las curules de paz han expresado su simpatía con el gobierno entrante.
De otra parte, hay colectividades que aún no se han declarado oficialistas y mantienen una posición de independencia frente a la próxima agenda legislativa de Petro.
Entre ellos están: el Partido Conservador, que en Senado tiene 15 parlamentarios y en la Cámara 27; el Partido Cambio Radical, que en la cámara alta cuenta con 11 asientos y en la baja con 18 y el Partido de la U, con 10 sufragios en Senado y 16 en Cámara. Así mismo, la Coalición de Colombia Justa Libres y el Partido Mira, con 4 en Senado y 1 en Cámara, que van de la independencia a la alianza con Cambio y La U para tener dignidades y mayor poder al voto. Es importante destacar que aunque se han declarado en independencia, han expresado respaldo a las reformas de Petro.
Del mismo modo, el ex candidato presidencial Rodolfo Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, ha dicho que podría ser independiente en el Senado, al igual que la ex candidata vicepresidencial Marelen Castillo en la Cámara, aunque en el documento formal de aceptación de la curul ante el Consejo Nacional Electoral, CNE, mencionaron la posibilidad de hacer oposición.
Así las cosas, la única bancada que se quedaría en la oposición sería la del Partido Centro Democrático, con 13 legisladores en la cámara alta y 16 en la cámara baja. En la Cámara tendrían un aliado con la llegada del activista Miguel Polo Polo.
En todo esto, por otro lado, habría que tener en cuenta que aún no ha declarado oficialmente por parte del CNE la totalidad de la elección del Congreso, lo que no es nuevo, pues en la legislatura anterior la certeza jurídica al respecto solo estuvo lista un día antes del 20 de julio de 2018, por lo que los números, las curules y los partidos aún no están confirmados al cien por ciento.
El analista político Carlos Arias, le dijo a EL HERALDO al respecto del movimiento que hay en el Capitolio en torno al Gran Acuerdo Nacional que “los acuerdos y las alianzas siempre serán bienvenidos en procura de hacer posibles las reformas que demanda la equidad social”.
Sin embargo, el experto sostiene que “lo que estamos viendo en Colombia es lo que se denomina como unanimismo, y es que todos están de acuerdo con el poder del Ejecutivo en búsqueda de una parte de la torta burocrática y no por una real coincidencia ideológica y de posturas en políticas públicas”.
De haber sido así, dijo Arias, “habrían estado desde un inicio apoyando las propuestas de Gustavo Petro y no habrían señalado, casi con odio y rabia, que era peligroso para el país”.
Agregó en este sentido el catedrático de la Universidad Externado que “este tipo de fenómenos no son sanos para la democracia, porque evidencian que muchos de los políticos no representan ese 47 % de colombianos que dijeron no querer o desconfiar lo que Petro representaba como proyecto político. Siempre será sana una oposición crítica para evitar los autoritarismos”.
Juan Carlos Ruiz Vásquez, doctor en ciencias políticas, advirtió en este diario que “los acuerdos nacionales o de unidad nacional, como se llamaron durante un tiempo, son una constante en la historia nacional, a pesar de las diferencias de los partidos”, y en ellos hay, agrega, “participación en la burocracia, en los contratos, y eso es muy atractivo para los partidos porque es una forma de financiar sus propias campañas, sus causas electorales y sus políticos”.
Añadió al respecto el profesor de la Universidad del Rosario que “en este momento lo que hace Petro es lo de mandar: intentar un acuerdo para tener las mayorías y tener un tránsito legislativo expedito y poder sacar sus proyectos más sensibles”.
No obstante, pone de presente Ruiz, “todo depende de cómo sea el tenor de esos proyectos, porque si comienza a haber derivas autoritarias o dejen a sectores acomodados y de clase media contra la pared, si pisan callos del sector empresarial o latifundista, lo que vamos a ver es que esta coalición posiblemente se rompa”.
Y concluye que “en este momento hay una luna de miel que puede durar varios meses por la capacidad del gobierno para repartir prebendas, pero eso no es eterno y cuando uno reparte la torta burocrática no alcanza para todos y alguno quedara descontento, comenzando por el propio Pacto Histórico”.
Fuente: El Heraldo
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