Investigadores de la Universidad de Harvard han comprobado que mentir o timar requiere de una gran concentración que activa distintas partes del cerebro.
Laura Eguiluz / Tititakas
Mentir, engañar o estafar a otros es un comportamiento complejo que pone en funcionamiento distintas áreas del cerebro haciendo que interactúen entre ellas y, además, cada tipo de mentira posee su propios procesos neuronales.
Cristian Salomoni, vicepresidente de ACONVE, criminalista y director del máster en comportamiento no verbal y detección de mentira de la Escuela Europea de Criminología, ha compartido con la psicóloga Alicia Martos sus conocimientos sobre la mente de los estafadores.
¿Qué zonas de nuestro cerebro se activan cuando mentimos?
Investigadores de la Universidad de Harvard han comprobado que mentir o timar no solo requiere de una gran concentración sino que activan distintas partes del cerebro.
La persona que miente tiene que maquinar los detalles de su engaño, recordar cómo era su estafa, saber a quién está engañando, fingir una nueva identidad ocultando la suya, estar atento para no incurrir en errores y tener un “plan b” por si la víctima no cae en su engaño.
Todo este conjunto de actividades requieren la activación del lóbulo temporal, el lóbulo frontal y el sistema límbico en mayor medida que cuando estamos diciendo la verdad.
En estudios realizados a timadores patológicos mediante resonancias magnéticas, se ha comprobado que su lóbulo frontal, que es el responsable de las llamadas funciones ejecutivas (tomar decisiones, elegir, buscar soluciones, metas…), sufre una reducción de un 14% la sustancia gris y un aumento de un 22% de la sustancia blanca. Cuanta más sustancia blanca tienen, mayor es su capacidad de engaño.
Este aumento en la materia blanca otorga al mentiroso las herramientas necesarias para dominar el arte del engaño y la estafa. El hecho de tener menos materia gris en el lóbulo prefrontal hace que se preocupen menos por los aspectos morales de sus decisiones ya que tienen una mayor dificultad para procesar este tipo de pensamientos.
Los timadores son personas que, por lo general, presentan lesiones en las zonas de la corteza prefrontal ventromedial y dorsolateral, lo que hace que no sean capaces de general una respuesta emocional normal ante un agravio.
Además, los pacientes con estas lesiones presentan menor empatía y menos sentimientos de compasión, vergüenza o culpa, a pesar de que su inteligencia y su razonamiento lógico permanezcan intactos.