En un ataque atribuido al ELN en Arauca, las autoridades capturaron a dos sospechosos que, según informes, escoltaban la volqueta desde la que se lanzaron explosivos contra una base militar. La Octava División del Ejército reaccionó rápidamente y logró detener a los individuos mientras intentaban huir en motocicletas.
El ataque dejó un trágico saldo de dos soldados muertos y 26 heridos. Siete de los heridos fueron trasladados de urgencia a hospitales en Arauca, Yopal y Bogotá debido a la gravedad de sus lesiones, mientras que otros 21 sufrieron heridas menores por esquirlas y aturdimientos.
El presidente Gustavo Petro calificó el ataque como una acción que “cerró un proceso de paz con sangre”. Según el Ejército, se utilizaron explosivos improvisados, conocidos como “tatucos”, fabricados por el Frente de Guerra Domingo Laín Sáenz del ELN.
El atentado se produjo a tan solo 900 metros de una escuela, poniendo en riesgo a más de 300 niños que estaban en clase. Las autoridades denunciaron esta acción como una grave violación de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
Se reportó que al menos cinco menores se desmayaron tras la explosión, lo que generó pánico entre los padres. El Ejército reafirmó su compromiso de continuar con operaciones para proteger a las comunidades locales.
El comandante del Ejército, general Luis Emilio Cardozo, se trasladó a la zona para supervisar la situación. Por su parte, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, ordenó intensificar las operaciones en la región.
A pesar de que aún no se había confirmado oficialmente la responsabilidad del ELN, las autoridades iniciaron investigaciones exhaustivas para asegurar que los responsables fueran llevados ante la justicia.
Esta información fue recopilada de Infobae, que también destacó la preocupación por la seguridad en la región y la necesidad de fortalecer las acciones militares para prevenir futuros ataques.
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