Esta semana y como invitados del Festival Internacional de Cine de Santander, llegan a Colombia Verónica Lynn y Alden Knight, íconos de la actuación en Cuba y protagonistas de ‘Candelaria’, la nueva cinta del director Jhonny Hendrix.
«Candelaria y Víctor Hugo, cuando el amor es como el vino»
Estos son apenas algunos extractos de publicaciones de la crítica en medios alemanes sobre Candelaria, la cinta del director chocoanoJhonny Hendrix y que hacen referencia al trabajo de los protagonistas de la cinta, los cubanos Verónica Lynn y Alden Knight.
Ellos interpretan a Candelaria y Víctor Hugo, una pareja de ancianos cubanos que rondan los 75 años de edad y que llevan muchos años de matrimonio en los que nunca hubo hijos y quienes están hastiados de comer postre de zanahoria y de que su vida transcurra entre la casa y el trabajo, el de ella en la lavandería de un hotel y el de él en una fábrica de tabaco.
Las cosas cambian cuando Candelaria encuentra una cámara de video que lleva a casa y con la que empiezan a filmar su cotidianidad, antes de volverse un poco más arriesgados y meter la ociosa cámara entre las cobijas, lo que calienta el ambiente, frío desde hace mucho en la habitación, en parte por problemas de salud. El problema viene cuando la cámara es robada y las imágenes caen en las manos equivocadas y ambiciosas de El Alemán, un hombre sin escrúpulos que negocia con la miseria, o en este caso, con la ‘pornomiseria’.
“Cuando llegó a mis manos el guión, me sedujo la ternura que emanaban esos personajes” asegura Verónica, y no es para menos pues si algo caracteriza a estos dos personajes cuya malicia apenas les alcanza para vender en el mercado negro algunos tabacos y para ‘autoprestarse’ un vestido e ir a cantar y celebrar alguna noche con los amigos.
“Es un ser humano con contradicciones humanas”, explica Alden sobre su personaje, a lo que Verónica agrega “Candelaria es una mujer común, que cotidianamente nos encontramos o hemos conocido. Nuestro trato con esas Candelarias ha sido superficial, pero cuando profundizamos y entramos en su interioridad son mujeres que tienen esas cualidades de ternura, picardía e inocencia”.
Ambos están seguros de que el amor lo puede todo “Amor al ser querido, a tu país, a la humanidad, mientras sea amor verdadero”, expresa Alden sobre el subliminal sentimiento. Verónica se va más a la historia de la cinta “Ese amor no ha viajado siempre por un paraíso, pero el encanto que tiene es que pese a todas las dificultades por las que han pasado, no han perdido la ternura”.
Son muy parcos cuando se les interroga de qué recuerdan de esa difícil época en que se desarrolla la cinta, durante el más duro bloqueo comercial a Cuba, “un pedazo de la vida, en el que se constató la dignidad de este pueblo dada su resistencia y cultura” dice el uno, a lo que el otro agrega “otra etapa de la vida”, como si se hubieran puesto de acuerdo, aunque respondieron la entrevista por separado. También concuerdan en que el tratamiento dado en la trama es bastante respetuoso, lo que le permitió al director ganarse la admiración de ambos.
Son muchas las escenas memorables durante la película y seguramente cada espectador en las salas de cine tendrá sus favoritas lo que dependerá de su experiencia con el amor y de su disposición a la incondicionalidad frente a la pareja.
Para Verónica están en torno a la decisión de cómo enfrentar lo que será el final de esa pareja, de cómo es la mejor manera de iniciar el fin y cita “el tiempo que les queda por vivir se les tenía que ir en sonrisas” y las de los desnudos, teniendo en cuenta que en 62 años de experiencia actoral lo máximo que había insinuado eran sus senos en escotes provocativos.
Alden, por su parte, habla de la escena final “me destrozó internamente”, mientras que sobre las eróticas afirma en medio de risas “me rejuvenecieron”. Según el director, Alden es un gran aventurero con un poder enorme de convencimiento.
No es la primera vez que estos actores trabajan juntos. “Alden y yo hemos trabajado en radio y televisión muchas veces y siempre nos hemos llevado muy bien. Coincidimos en nuestra concepción de cómo crear un personaje”, explica Verónica. “Somos del mismo sistema de actuación interior. En escena nos amamos u odiamos, de verdad. En la vida nos respetamos y admiramos, de verdad”, agrega él.
En lo que definitivamente están de acuerdo es en que Candelaria es un poema de amor profundo y eterno que tristemente no será exhibido en Cuba.