Con el premio a mejor película en la categoría Colombia en Cinta del Festival Internacional de Cine de Santander, que recibió su protagonista Verónica Lynn, y donde además fue destacada por el invitado internacional Joaquim de Almeida, ‘Candelaria’ llega a las carteleras nacionales este jueves 23 de agosto. Entrevista con Manuel Viveros, uno de sus protagonistas.
La historia de amor de Candelaria y Víctor Hugo, contada en tono de tragicomedia en el tercer largometraje del director Jhonny Hendrix, sedujo al público, al jurado y al invitado especial del 10 Festival Internacional de Cine de Santander, el portugués Joaquím de Almeida, actor de numerosas películas del cine estadounidense, entre ellas la quinta entrega de Rápidos y Furiosos.
“Tiene las escenas de amor más bonitas del cine, las creí en cada momento, desde el inicio de la película hasta el fin. A pesar del cáncer, a pesar de los problemas materiales hay un amor increíble. Se cree el trabajo de los actores, del director, de las luces. De verdad es impresionante”, le aseguró Almeida a la protagonista de la cinta rodada en Cuba, Verónica Lynn, presente en la sala y cuyo trabajo calificó de “valiente” por atreverse a mostrar mucha piel.
La trama es bastante divertida a pesar del entorno en que se desarrolla: la década de los 90 en Cuba. Víctor Hugo y Candelaria viven sus días en la monotonía obligada de una isla que se hunde entre bloqueos, hambre, tabaco y ron, hasta que accidentalmente ella encuentra una cámara de video con la que ambos empiezan a redescubrir su sexualidad y a escribir un capítulo atrevido en su historia de amor ¡a los 70 años!
El trailer
En Candelaria, Verónica Lynn y Alden Knight, los grandes actores cubanos que interpretan a la pareja, están acompañados por el actor colombiano Manuel Viveros, quien le da vida a El Negro, el hijo que nunca tuvieron.
Manuel es graduado del Departamento de Artes Escénicas de la Universidad del Valle y fue parte de la fundación de la antigua Corporación Teatro del Valle. Tiene una larga experiencia en teatro y participó como actor protagónico en la cinta 180 segundos, en el reparto de la películaQue viva la música y en las series de TV Escobar el patrón del mal y La Selección. Este líder de la cultura colombiana africana actualmente se encuentra radicado en Estados Unidos.
¿Cómo se dio su acercamiento con la película?
“Yo venía de trabajar como coordinador del programa de Teatro en Univalle Buenaventura y acababa de radicarme en Estados Unidos esperando confirmación de una beca en la Universidad de Louisville en Kentucky. Me hablaron de la producción y me pareció muy interesante el tema, así que empecé a cruzar los dedos para que se diera todo. Me hablaron del proyecto en agosto del 2016 y justo en esa fecha estaba en otro proyecto en Nueva York. Luego cuando me confirmaron tuve la suerte de que el viaje a Cuba era justo un día después de mi prueba de admisión en la Universidad.
¿Qué fue lo más complejo de darle vida a El Negro?
Llegué a Louisville que es la tercer o cuarta ciudad en Estados Unidos con más cubanos, por casualidad conocí muchas personas de Cuba y estuve compartiendo con ellos durante tres meses. Creo que el destino confabuló un poco, pues con ellos aprendí mucho de su cultura, de su manera de ver el mundo y por supuesto su acento. Construir al personaje más que un trabajo de creación artística se convirtió en una experiencia de investigación histórica y social. Con todo y eso, creo que entendí muchas cosas en mis primeros tres días en La Habana. Recordé además algunas situaciones con Buenaventura y por allí encontré más cosas.
¿Cómo define la relación de El Negro con Víctor Hugo y Candelaria?
El Negro es como ese hijo adoptado de una familia. Aunque se sugiere un vínculo de interés económico, hay varios momentos en que de verdad hay una especie de complicidad de padre e hijo, sobre todo con Víctor Hugo. Lo bonito de la historia es cómo esa relación se va ajustando.
¿Qué sabía de estos actores antes de rodar y qué opina después de haber hecho la película con ellos?
Solo sabía que iba a actuar con dos grandes actores cubanos. En mis dos primeros días investigué un poco sobre su trabajo y entendí la magnitud de su experiencia. Cuando los vi me sorprendió su profesionalismo y calidad interpretativa. Entendí que estaba ante grandes actores. Al regresar a Estados Unidos, los amigos de la comunidad cubana me felicitaron porque es un honor y un orgullo haber trabajado al lado de ambos. Además, con Alden surgió una amistad tremenda, mucha de la energía que está en las escenas está basada en la forma como me acogió en su entorno, prácticamente me hizo sentir como parte de su familia. Este proceso fue como tener clases de actuación mientras trabajas con los mejores, estoy muy agradecido con ellos dos.
¿Cómo fue hacer esta película en Cuba en un momento tan importante en su historia como fue la muerte de Fidel?
Venía de ser testigo de la victoria de Donald Trump en un estado predominantemente conservador. Llegar a Cuba en ese momento fue un poco sorprendente. Mi imagen de la Cuba fiestera no estaba, también tenía unas ideas preconcebidas de revolución cubana. Sentí que estaba en un espacio que permanecía expectante dentro de su propia inercia. Admiro tremendamente la fuerza de vida de la gente de Cuba.
¿Cómo resumes esta película y que es lo que más te gusta de la historia?
Siempre que pienso en la película, recuerdo el dicho de que “el amor no tiene edad”. Me gusta la forma en que se trata el amor en la historia y como hace que uno termine involucrado, creo que es un trabajo muy delicado y honesto y estoy orgulloso de haber participado en él. Desearía tener una Candelaria al lado en mis días finales.