
Estudiantes Boyacá, Foto archivo Gobernación de Boyacá
El pasado 12 de marzo de 2025, el presidente Gustavo Petro firmó el Decreto 0277, el cual trae importantes modificaciones al sistema educativo colombiano, específicamente en la jornada escolar, la asignación académica de los profesores y la jornada laboral de los docentes en los colegios públicos. Con esta firma, se modifica el Decreto 1075 de 2015 y se ajustan varios aspectos clave del funcionamiento de las instituciones educativas.
Principales cambios en la jornada escolar
Uno de los aspectos más destacados del nuevo decreto es la flexibilidad en el horario de la jornada escolar. A partir de ahora, cada institución deberá definir su horario escolar al inicio del año lectivo, bajo la dirección de los rectores o directores. Esta decisión deberá alinearse con el Proyecto Educativo Institucional (PEI) y el plan de estudios de cada colegio, garantizando la coherencia educativa.
A pesar de que las 40 semanas lectivas al año permanecen, las intensidades horarias mínimas para cada nivel educativo han sido modificadas:
- Educación preescolar: 20 horas semanales
- Educación básica primaria: 25 horas semanales
- Educación básica secundaria y media académica: 30 horas semanales
- Educación media técnica: 37 horas semanales
Un aspecto adicional importante es que dentro de la jornada escolar, los estudiantes deberán tener un descanso de 5 minutos entre clases por cada 60 minutos de actividad académica. Este tiempo de descanso será considerado como una actividad curricular destinada a promover el bienestar y la formación integral de los estudiantes. Además, cada institución será responsable de asignar a un docente para supervisar estos momentos de descanso.
La jornada laboral de los docentes: nuevas normas
El Decreto 0277 también regula la jornada laboral de los profesores, estableciendo que, al igual que cualquier otro trabajador, los docentes deberán cumplir una jornada laboral de ocho horas diarias. La principal novedad es que se especifica que seis de esas ocho horas deberán ser continuas dentro de la institución, y estarán dedicadas a tareas académicas y actividades curriculares complementarias como planificación, evaluación, reuniones y orientación. Esto implica un cambio importante en la organización del tiempo de trabajo de los educadores.
Origen del decreto y acuerdo con FECODE
Ver Decreto 0277 del 12 marzo 2025
Este ajuste en las jornadas y asignaciones académicas es fruto de los acuerdos alcanzados entre el Gobierno Nacional y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE) en julio de 2023. Dichos acuerdos nacen de la necesidad de revisar el Decreto 1850 de 2002, buscando evitar enfoques punitivos en la supervisión docente y mejorar las condiciones laborales dentro del sector educativo. Asimismo, el decreto otorga mayor autonomía a los rectores y directivos de las instituciones educativas para organizar la jornada escolar y distribuir las asignaciones académicas, siempre en consulta con los Consejos Directivos y Académicos de cada establecimiento.
Vigencia del Decreto 0277 de 2025
El nuevo Decreto 0277 entrará en vigor de manera inmediata tras su publicación en el Diario Oficial, estableciendo un nuevo marco regulatorio para el funcionamiento de las instituciones educativas oficiales en Colombia. Esto significa que las instituciones educativas deben adaptarse rápidamente a las nuevas normativas, y los padres de familia deberán estar atentos a los cambios en la estructura de la jornada escolar.
La implementación de estas medidas será supervisada por el Ministerio de Educación, que tendrá la responsabilidad de evaluar el impacto de los cambios en la calidad del servicio educativo y el bienestar de la comunidad escolar. Esto incluirá monitorear cómo se están aplicando las nuevas intensidades horarias, los tiempos de descanso y el cumplimiento de las nuevas normas laborales para los docentes.
Implicaciones para padres y estudiantes
Con estos cambios, padres y estudiantes deberán adaptarse a una jornada escolar más flexible, pero también más estructurada, donde se prioriza el bienestar estudiantil con los tiempos de descanso y la organización del trabajo docente. A pesar de que este nuevo marco busca mejorar la calidad educativa, sin duda abrirá un debate sobre la implementación práctica de estos cambios y su impacto en la vida cotidiana de los estudiantes y sus familias.
Esta transformación educativa podría generar tanto incertidumbre como expectativas, y será importante seguir de cerca cómo se aplican estos nuevos lineamientos en cada institución educativa.