La ceremonia del domingo ocurrió poco más de un año después de que Biden terminara la larga y costosa guerra en Afganistán que Estados Unidos y sus aliados lanzaron en respuesta a los ataques terroristas.
El presidente Joe Biden marcó el 21.º aniversario de los ataques del 11 de septiembre, colocando una ofrenda floral en el Pentágono en una conmemoración sombría celebrada bajo una lluvia constante y rindiendo homenaje a los «estadounidenses extraordinarios» que dieron su vida en uno de los días más oscuros de la nación.
La ceremonia del domingo ocurrió poco más de un año después de que Biden terminara la larga y costosa guerra en Afganistán que Estados Unidos y sus aliados lanzaron en respuesta a los ataques terroristas.
Foto de protada: El presidente Joe Biden participa en una ceremonia de colocación de una ofrenda floral durante su visita al Pentágono en Washington, el domingo 11 de septiembre de 2022, para honrar y recordar a las víctimas del ataque terrorista del 11 de septiembre. (Foto AP/Susan Walsh)
Biden señaló que incluso después de que Estados Unidos abandonó Afganistán, su administración continúa persiguiendo a los responsables de los ataques del 11 de septiembre. El mes pasado, Biden anunció que Estados Unidos había matado a Ayman al-Zawahri, el líder de Al-Qaeda que ayudó a planear los ataques del 11 de septiembre, en una operación clandestina.
“Nunca olvidaremos, nunca nos rendiremos”, dijo Biden. “Nuestro compromiso de prevenir otro ataque contra Estados Unidos no tiene fin”.
La ceremonia del domingo ocurrió poco más de un año después de que Biden terminara la larga y costosa guerra en Afganistán que Estados Unidos y sus aliados lanzaron en respuesta a los ataques terroristas.
Al poner fin a la guerra de Afganistán, el presidente demócrata cumplió una promesa de campaña de traer a casa a las tropas estadounidenses del conflicto más largo del país. Pero la guerra concluyó caóticamente en agosto de 2021, cuando el gobierno afgano respaldado por Estados Unidos se derrumbó ante un avance talibán en todo el país que devolvió al poder al grupo fundamentalista. Un bombardeo reclamado por un grupo extremista con sede en Afganistán mató a 170 afganos y 13 soldados estadounidenses en el aeropuerto de Kabul, donde miles de afganos desesperados se reunieron con la esperanza de escapar antes de que los últimos aviones de carga estadounidenses partieran sobre el Hindu Kush.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Biden en sus comentarios del domingo reconocerá el impacto que los ataques de 2001 tuvieron en Estados Unidos y el mundo y honrará a las casi 3.000 personas que murieron ese día cuando los secuestradores de Al Qaeda tomaron el control de aviones comerciales y los estrellaron. en el World Trade Center de Nueva York, el Pentágono y un campo de Pensilvania.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, destacó el carácter internacional del atentado, en el que, según cifras oficiales, al margen de los miles de estadounidenses, en aquel fatídico día perdieron la vida 370 personas de 101 otros países.
“El ataque no tenía como objetivo a EEUU, sino los valores que compartimos con países y pueblos de todo el mundo», señaló el canciller estadounidense mediante un comunicado en la tarde del domingo.
[Con información de The Associated Press]
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