Pese a propuestas de modificaciones, iniciativa avanzó a debates finales.
Durante el debate, representantes a la Cámara como Óscar Fernando Bravo (Conservador) y Santiago Valencia (Centro Democrático) manifestaron sus objeciones a la eliminación de estas prácticas, que consideraron “culturales”.
Incluso se propusieron regulaciones para que este tipo de espectáculos generen menos maltrato a los animales que los protagonizan, pero estas fueron derrotadas por la plenaria.
De acuerdo con la iniciativa, las alcaldías y gobernaciones tendrían un plazo de seis meses “para presentar un plan de atención y una propuesta con nuevas actividades económicas y culturales, si se requiere, para que las personas que se dedican a la actividad taurina cuenten con programas de sustitución e integración laboral”.
Igualmente, el Ministerio del Interior reglamentaría en un plazo de seis meses “las condiciones en las cuales se desmontarán las riñas de gallos, las corralejas y el coleo”.
El proyecto pasa a sus dos debates finales en el Senado, primero en la Comisión Séptima y luego en la plenaria de esta corporación.