Durante junio los gastos de los hogares asociados a arrendamientos, y los servicios públicos como acueducto, electricidad y gas presionaron al alza el costo de vida, según las cifras divulgadas anoche por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
La entidad oficial precisó que la inflación para el sexto mes de este año fue 0,51%, mayor a la variación que tuvo en junio del 2021 de -0,05%, e inferior al 0,84% reportado en mayo pasado. No obstante la cifra de 0,51% fue la mas alta en los últimos 18 años, dado que el promedio histórico para este mes ha sido 0,10%.
El Dane anotó que varias divisiones se ubicaron por encima del promedio nacional restaurantes y hoteles (1,06%), muebles, artículos para el hogar (0,96%), transporte (0,76%), alimentos y bebidas no alcohólicas (0,65%), y alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (0,54%).
En su presentación, el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, precisó que por primera vez en los últimos 12 meses los gastos del hogar referentes a alimentos y bebidas no alcohólicas dejaron de ser los que mayor peso tenían para incrementar la inflación, dejando que fueran alojamiento, agua, electricidad y gas los que ocuparan el primer lugar con una contribución de 0,17 puntos.
Entre las ciudades con mayor variación de la inflación en junio figuran Cúcuta con 1,21%, Valledupar con 0,57% y Bogotá con 0,56%. En contraste, los menores índices inflacionarios se observaron en Riohacha con -0,09%, Ibagué con 0,14% y Florencia con 0,20%. La inflación en Medellín fue de 0,51, igual al promedio nacional.
Oviedo comentó que en la capital antioqueña, en junio, los alimentos con 1,44%, muebles y artículos para el hogar con 0,99% y bebidas alcohólicas con 0,89% presionaron el indicador.
Último año
En este contexto, el costo de vida en los últimos doce meses en Colombia se ubicó en 9,67%, cifra que se mantiene significativamente por encima de la meta estimada por el Banco de la República que es 3%. Es así como el indicador ajustó catorce meses por fuera del rango promedio establecido por el Emisor, pues desde mayo de 2021 superó ese 3%, ubicándose entonces en 3,3%.
Según los datos del Dane en el último año el rubro de gasto de alimentos y bebidas no alcohólicas se mantiene como el de mayor variación con 23,65%, seguido de restaurantes y hoteles con 15,17% y muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar con 13%, se ubicaron por encima del promedio nacional del 9,67%.
Para el primer semestre de este año, enero-junio, la inflación acumulada alcanzó 7,09%, número superior al 3,13% reportado a junio del año pasado.
Desanclar la meta del 3%
Pero, ¿está haciendo la tarea que le corresponde el Banco de la República, que es el responsable de preservar la capacidad adquisitiva de la moneda? La más reciente decisión de la junta directiva del Emisor de incrementar en 150 puntos básicos la tasa de interés de política monetaria y llevarla de 6% a 7,5%, busca justamente que la inflación baje y que converja a la meta en el mediano plazo.
Desde la óptica de los analistas de Corficolombiana el conflicto entre Rusia y Ucrania y las disrupciones en las cadenas de valor ocasionadas por los confinamientos en China, han agudizado las presiones al alza sobre los costos de los insumos energéticos y agrícolas a nivel mundial.
Además, explican que la inflación es el principal determinante de la política económica en Estados Unidos, Europa y la mayoría de países emergentes, lo cual está elevando los riesgos de una desaceleración fuerte, o incluso de una recesión, en los próximos 12 meses.
Para el profesor de Economía de la Universidad de Antioquia, Ramón Javier Mesa, el problema de fondo es que mientras no cedan los factores que vienen impulsando el alza en los precios como el valor del dólar y el de las materias primas, especialmente, será muy complejo alcanzar esa meta en el corto y mediano plazo.
“Esto implica que tendremos un desanclaje inflacionario que obligaría al Banco de la República a redefinir sus objetivos inflacionarios por encime del 4%. El desanclaje implica que las expectativas del mercado se alejan de las metas del Emisor, en cuyo caso, las medidas de política monetaria restrictivas serían más fuertes, entre ellas, además de continuar subiendo los tipos de interés, le tocará flexibilizar el esquema de inflación objetivo aumentando los límites del intervalo de inflación, probablemente entre el 4% y 6% definiendo un 5% como valor puntual”.
En ese sentido, en la pasada reunión de junta del Banco de la República, del 30 junio, uno de los codirectores sugirió que en las discusiones de los próximos meses se le dé un mayor peso a la posibilidad de un desanclaje más amplio del que se ha venido suponiendo y, por ende, a un ajuste más fuerte en la política monetaria. Dada la brecha entre la inflación y los pronósticos para este y los próximos años.
Vale anotar que la meta de inflación del Emisor del 3% está vigente desde enero de 2010.
Proyección fin de año
En la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del Banco de la República los 44 analistas consultados apostaron por una inflación de 8,78% para todo el 2022.
A su turno, las estimaciones de los expertos que respondieron la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo ubicaron el IPC al final de este año en 8,49%, lo que da cuenta de un aumento en las expectativas en comparación al mes pasado, mayo, cuando proyectaron 8,0%.
Para los investigadores económicos de Bancolombia el dato anualizado de la inflación en 9,6%, cifra no vista desde finales de 1999, hace pensar que la inflación anual a diciembre de este año se sitúe en 9,2%.
Además, el alza reciente en los precios de los combustibles y el comportamiento del dólar alcanzando cotizaciones récord hacen pensar que la inflación se mantendrá alta.
Fuente: El Colombiano
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