
Alfredo Saade
Bogotá, 19 de agosto de 2025 — Un nuevo terremoto político sacude al Gobierno de Gustavo Petro. En un movimiento que eleva la tensión al interior del Ejecutivo, el jefe del Despacho Presidencial, Alfredo Saade, fue suspendido de su cargo por la Procuraduría General de la Nación. Sin embargo, lo que podría ser un simple hecho disciplinario se ha convertido en una explosiva acusación de Saade, quien ha señalado directamente al ministro del Interior, Armando Benedetti, como el presunto orquestador de su salida.
La suspensión provisional de tres meses, dictada por la Sala Disciplinaria de Instrucción, se fundamenta en supuestas “conductas indebidas” de Saade, quien habría ejercido presiones indebidas en el polémico contrato de los pasaportes. Pero para Saade, el motivo es otro: un entramado de “intereses políticos y económicos” que lo involucran en un pulso de poder.
El explosivo pronunciamiento de Saade
Apenas conocida la decisión, Alfredo Saade acudió a su cuenta de X para lanzar una serie de acusaciones que resonaron en todo el país. El funcionario se preguntó abiertamente si la sanción se debe a que le “quite el negocio de los pasaportes a las mafias”. En un mensaje que destila polémica, cuestionó la posible intervención del “esposo de Laura Sarabia que trabaja en la Procuraduría” y, de manera directa, si su suspensión fue una orden de Benedetti y sus “secuaces”.
Saade fue enfático en desmarcarse de la corrupción, afirmando que su salida no es por actos indebidos, sino por beneficiar a la nación al revocar el contrato de los pasaportes, una orden que, según él, recibió directamente del presidente Gustavo Petro. Con un tono de denuncia, Saade proclamó: «EL PAÍS DEBE SABER QUE NO SALGO POR CORRUPTO».
La versión oficial y el trasfondo de los pasaportes
La Procuraduría, por su parte, sostiene que la decisión se tomó tras la apertura de una investigación por presuntas extralimitaciones en las funciones de Saade. El ente de control lo acusa de impartir órdenes a la Cancillería para presionar la firma de un convenio con Portugal para la fabricación de pasaportes. Adicionalmente, se señala que Saade habría ordenado a funcionarios “demorar la asignación de citas” para pasaportes, con el fin de “hacer rendir” el stock existente.
Esta polémica se enmarca en un largo historial. En 2023, el entonces canciller Álvaro Leyva había suspendido el contrato con la firma Thomas Greg & Sons, que había gestionado el proceso por 17 años. Tras una fallida licitación, el Gobierno buscaba un convenio con la Imprenta Nacional y Portugal, pero este proceso se vio empañado por las advertencias de la entonces canciller encargada, Laura Sarabia, sobre la falta de capacidad técnica de la Imprenta. Saade, en su breve tiempo en el cargo, revirtió la prórroga de un año que Sarabia había otorgado a la firma británica, lo que lo puso en el ojo del huracán.
La Procuraduría, en un claro movimiento de barrida, también investiga a la actual canciller encargada, Rosa Villavicencio, y a los excancilleres Sarabia y Luis Gilberto Murillo, lo que sugiere que el escándalo de los pasaportes podría tener alcances mucho mayores.
La inminente designación de Saade como embajador de Colombia en Brasil, con la publicación de su hoja de vida el pasado viernes, añade un matiz más a este complejo ajedrez político, sugiriendo que la suspensión podría ser un paso para facilitar su salida del país. La historia, como lo afirmó el mismo Saade, «apenas comienza».