El Almirante Álvaro Echandía, Jefe de Inteligencia, habría estado detrás de una operación que definió la reelección de Santos. ¿Presidente y Fiscal sabían?
LAS DOS ORILLAS
Un testigo miembro de la Dirección Nacional de Inteligencia, que hizo parte de “la operación de penetración” de la campaña de Óscar Iván Zuluaga, reveló detalles de esa operación que definió el resultado de la campaña presidencial que le dio a Juan Manuel Santos su reelección. Aunque la versión oficial y las investigaciones abiertas dieron cuenta que Zuluaga aprovechó en campaña información reservada obtenida por hackers, de acuerdo a este testigo, la historia real habría sido al revés: la campaña del uribismo habría sido envenenada por agentes estatales.
El testigo, siendo funcionario público y agente de la Dirección Nacional de Inteligencia a la vez, aporta información susceptible de ser probada legalmente y que reposa en los archivos oficiales del Estado, particularmente en la DNI, en ese momento ya en cabeza del exalmirante de la Armada Nacional Álvaro Echandía Durán, y da cuenta de pagos hechos por la DNI a Rafael Revert (un hacker español) con cargo al rubro de “Gastos Reservados”, por valores que oscilaron entre 20 y 30 millones de pesos en cada desembolso, hasta por una suma cercana a los 180 millones de pesos.
Cómo se conocieron los hackers Sepúlveda y Revert
La revista Semana, en el artículo publicado a comienzos de este año “¿El hacker Sepúlveda trabajaba para la Policía?” (2016/02/21), refiriéndose a “El otro enlace” menciona a una persona que según el testigo en cuestión sería Yesid González, conocido como “Bambino”. Bambino fue quien contactó a Sepúlveda –hacker colombiano– con Rafael Revert y con Daniel Bajaña, otro hacker ecuatoriano y quien en su momento habría interceptado los correos del precandidato presidencial Francisco Santos. Estos últimos tendrían la intención de promover el negocio de venta y compra de información de inteligencia a organismos del Estado.
Otra modalidad usada en esta actividad ilegal de hackers –sombreros negros– con la intervención de militares y policías muchas veces, es la de aprovecharse de la información de los mismos organismos estatales para ser tramitada (negociada) a través de terceros, e incluso afirmarles a sus superiores que a ellos mismos les estaban ofreciendo información de interés, cuando muchas veces era conseguida por ellos; todo con la intención de ganar dinero y hacer negocios. No es de extrañar que las agencias de inteligencia compren información, pero lo que no es normal es que la vendan o la faciliten a particulares como Rafael Revert para fines ilegales, que fue lo que parecería ocurrió con la campaña de Óscar Iván Zuluaga por parte de la DNI.
Por la investigación de las autoridades se determinó que “Bambino” trabajaba con la Fuerza Área Colombiana, FAC, a órdenes del Comando General de las Fuerzas Militares, y habría tenido que testificar ante la Corte Suprema de Justicia por los hechos mencionados.
Como lo afirma la Revista Semana, Sepúlveda y Bambino se conocían desde hace años por su interés en actividades de seguridad informática y se reencuentran en febrero de 2014. Sepúlveda le enseñó a Bambino un catálogo de información sobre las Farc y le ofreció trabajo, porque tenía la forma de hacerlo, al contar con contactos en la Policía para buscar información privilegiada o secreta.
Según el testigo, las tres personas que están en la cárcel por este sonado caso (Carlos Betancourt, Luis Humberto Moreno y Wilson Torres) son los que primero filtran información privilegiada o secreta en desarrollo del plan de penetración diseñado por la DNI, la llamada Línea 4 (de la DNI), y fueron el primer contacto con Sepúlveda. Necesitaban que, una vez conseguido el objetivo definido en la operación de penetración, existiera alguien responsable y ese sería Andrés Sepúlveda, tal como finalmente sucedió.
El Almirante Álvaro Echandía, sostiene el testigo, sabía absolutamente todos los detalles del caso y, cuando lo citaron las autoridades a preguntarle si lo que en este sentido afirmaba Wilson Torres era verdad, lo negó rotundamente. Lo que no recordaba el almirante es que había documentos oficiales que contradecían su dicho. Sin embargo, Wilson Torres, de 32 años, fue condenado a 8 años de prisión por obedecer órdenes de sus superiores.
En este orden de ideas sorprenden las declaraciones de Rafael Revert en la entrevista que le dio a W radio, en la cual afirma que él contó todo a las autoridades porque en la campaña de Óscar Iván Zuluaga se estaban haciendo cosas ilegales. Afirma también que no recibió pago alguno por develar la supuesta información que comprometía el desarrollo del proceso de paz y resultaría lesiva no solo para la seguridad nacional sino también para el candidato opositor del Presidente Juan Manuel Santos.
El periodista Julio Sánchez Cristo insistió en varias oportunidades durante la entrevista de la W, en que Revert era “un infiltrado” (en ese momento se desconocían sus vínculos con la DNI), que había hecho algo ilegal o indebido y que por esta razón estaba colaborando con la Fiscalía General de la Nación, es decir, que tenía su pecado. Afirmaciones que Rafael Revert negó, aunque tímidamente, para no revelar su verdadera “fachada” de estar trabajando para dos entidades del Estado como son la DNI y la Fiscalía.
Curiosamente en el minuto 19’ de la misma entrevista, Revert dice “apoyé a otro órganismo para poder contactarme con la Fiscalía”, sin precisar si se refiere a la DNI. Y un poco después dijo que si a uno (a Revert) lo contratan para “diseñar un carro”, “montar las ruedas, el chasis”, “conducir”, se puede dar cuenta de que hay “sobrepeso moral de ilegalidad” y hay que “empezar a colaborar con la justicia”.
El testigo confirma que a Revert lo contrató la DNI, con la ayuda de la Fiscalía General de la Nación, para infiltrar a Sepúlveda en la campaña de Óscar Iván Zuluaga. Y que fue Javier Tarazona, sargento de la Armada Nacional, quien le propuso a Jorge Muñoz, capitán de Navío, también de la Armada, y Director de Asuntos Internos de la DNI, utilizar a Rafael Revert para infiltrar la campaña del candidato Oscar Iván Zuluaga.
Curiosamente, y sin proponérselo, Andrés Sepulveda fue contactado por distintos organismos de inteligencia del Estado por dos frentes, en la búsqueda y tráfico de información secreta. Sin embargo, esta búsqueda que puede considerarse del día a día de las entidades de inteligencia del Estado, terminó convirtiéndose en una operación ilegal o trampa para el candidato opositor Óscar Iván Zuluaga, por parte de entidades de inteligencia e investigación del Estado colombiano.
Uno de los frentes que contactó a Sepulveda como lo afirma la revista Semana, fue un miembro de la DNI, Wilson Leonardo Torres, por intermedio del sargento Rodríguez (enlace de la Brigada 12 del Ejército), que presentó a Sepúlveda como un ingeniero de la policía; en sus términos de “hackers” o espías significaba que trabajaba en tareas asignadas por la Policía Nacional, y que podía vender y comprar información secreta o privilegiada. Informada esta circunstancia a la DNI, y enterada de la presencia de Rafael Revert en la campaña de Óscar Iván Zuluaga, decide aprovechar esta oportunidad para la operación de penetración.