“Ahora sí da gusto barrer esta calle”: la historia de doña Carmen y la nueva vía de Yopal

Por años, doña Carmen, vecina de toda la vida en la Carrera 30 entre calles 14 y 16, vivió con el polvo metido hasta en las cortinas. “Eso era puro hueco y barro, los carros ni querían pasar. Cuando llovía parecía un río y cuando hacía sol, un desierto”, cuenta mientras apoya su escoba sobre el nuevo andén, mirando cómo los niños corren por el pavimento recién puesto.
Hoy, su voz suena distinta: hay orgullo, alivio y hasta un poco de incredulidad. Lo que por décadas fue un camino olvidado en Yopal, es ahora una vía nueva, limpia y segura. La Gobernación de Casanare, en alianza con la Alcaldía de Yopal y la comunidad, pavimentó este tramo urbano aplicando por primera vez asfalto natural, un material ecológico y duradero que promete resistir hasta diez años.
“Esto lo hicimos entre todos”, dice doña Carmen, sonriendo. “Vinieron los ingenieros, los vecinos ayudamos, y vea… ahora hasta el ruido suena bonito”.
La obra, impulsada dentro de la estrategia de autoconstrucción del gobernador César Ortiz Zorro, permitió pavimentar 180 metros de vía con un ahorro del 30 al 35 % frente a los métodos tradicionales. El mandatario explicó que este tipo de proyectos “demuestran que cuando las instituciones confían en la gente, los resultados se notan”.
El alcalde Marco Tulio Ruiz acompañó la entrega y resaltó que este modelo conjunto optimiza los recursos y mejora la calidad de vida. “No se trata solo de asfaltar, sino de devolverle dignidad a los barrios. Y esta calle es prueba de eso”, señaló.
La Secretaría de Infraestructura Departamental lideró el proceso técnico, con apoyo de la empresa Colombiana de Asfalto, que aportó maquinaria y conocimiento. Además, se aplicó señalización horizontal y se garantizó la mezcla asfáltica natural con estándares de sostenibilidad.
El gobernador anunció que esta tecnología se extenderá a otros proyectos en el departamento, como el tramo La Ye – Monterrey – Sabanalarga y la vía de la vereda El Tablón, en Támara.
“Antes uno ni quería salir al frente porque daba pena, pero ahora hasta los muchachos vienen a jugar micro aquí”, dice doña Carmen, mientras barre con cuidado el nuevo pavimento.
Y sí, tal vez ese gesto cotidiano —una escoba barriendo una calle recién nacida— diga más que cualquier discurso. En Yopal, una comunidad, un gobernador y un puñado de vecinos demostraron que cuando se trabaja hombro a hombro, las obras no solo cambian el paisaje: cambian el ánimo de un pueblo entero.
Sobre el Autor
Redacción Chivas
Periodista, Director de www.laschivasdelllano.com y www.laschivasdecolombia.com