
El departamento ya puso sobre la mesa su hoja de ruta de futuro: el Plan Regional de Competitividad 2025-2050, un documento que marca cómo Casanare quiere ser recordado en el mapa de la Orinoquía y del país en los próximos 25 años.
La propuesta no se queda en discursos generales. Habla de 11 objetivos estratégicos, 13 estrategias, 38 programas y 241 iniciativas concretas que buscan dejar atrás la dependencia de un solo sector y construir una economía diversificada, con energías limpias, infraestructura moderna, ciencia, tecnología y un sello propio que distinga a Casanare dentro y fuera de Colombia.
Durante la socialización, el director del Departamento Administrativo de Planeación, Alfonso Cárdenas, recalcó que el plan “no es un informe para engavetar, sino una guía que permitirá a los próximos gobiernos orientar sus esfuerzos y planes de desarrollo”. Según explicó, esta hoja de ruta “marca el camino para que Casanare se convierta en el gran centro logístico de la Orinoquía, articulando comercio, transporte y servicios, con visión de largo plazo”.
La consultora Gloria Arias subrayó que este documento tiene alma casanareña, pues fue construido con la participación de gremios, universidades, instituciones y ciudadanos en talleres de formulación en diferentes municipios. Esa construcción colectiva, dijo, “le da fuerza y legitimidad al plan”.
La visión es ambiciosa: en 2050, Casanare se proyecta como un centro estratégico intermodal de comercio regional e internacional, líder en productividad agroalimentaria sostenible, con un sector energético diversificado y servicios de turismo, salud, educación y ciencia que impacten a toda la región. Todo ello sin perder la esencia llanera ni descuidar la riqueza natural que hace único a este territorio.
En palabras sencillas, el objetivo es que Casanare deje de ser visto solo como tierra de ganado y petróleo, y se consolide como un punto de encuentro donde confluyen carreteras, innovación, saberes y oportunidades. Una apuesta que llena de orgullo a quienes creen que el departamento puede ser el corazón logístico y productivo del oriente colombiano.