
Subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau
Este miércoles, el vicesecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, arribó a Bogotá para participar en las honras fúnebres del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien falleció tras el atentado sufrido hace dos meses. La ceremonia se realiza en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional y congrega a líderes políticos nacionales e internacionales.
Landau fue recibido por John McNamara, encargado de negocios de la Embajada de EE. UU., quien destacó que la presencia del funcionario estadounidense es “una señal de compromiso y solidaridad con el pueblo colombiano en este momento de luto, rindiendo homenaje a un líder valiente y mártir de la democracia”.
No obstante, la visita del diplomático se da en medio de una fuerte polémica. Horas antes, el presidente Gustavo Petro afirmó que había considerado impedir el ingreso de Landau al país por declaraciones que consideró ofensivas. “Yo podría impedirlo. Y lo he pensado porque me insultó. Pero no soy igual que ellos”, dijo Petro durante la ceremonia de ascenso de brigadieres generales de la Policía en la Escuela General Santander.
«Recibí al Vicesecretario de Estado Christopher Landau @DeputySecState quien llegó a Bogotá para participar en las exequias del Senador Miguel Uribe Turbay, en una clara muestra del compromiso y la solidaridad de Estados Unidos con el pueblo colombiano.
Agradecemos su presencia… pic.twitter.com/zxcGYDP4AY
— US Embassy Bogota (@USEmbassyBogota) August 13, 2025
Por su parte, Landau había manifestado antes de viajar que el asesinato de Uribe Turbay estaba vinculado con su oposición al presidente Petro y sus antiguos vínculos con la guerrilla comunista. “Esto es terrible, el senador estaba hablando contra el presidente de Colombia, y luego fue atacado y murió”, señaló el funcionario estadounidense, avivando la polémica en medio del homenaje.
La visita de Landau, además de rendir homenaje, se convierte en un nuevo capítulo de tensión diplomática que mezcla luto, política interna y acusaciones cruzadas entre Bogotá y Washington.