
Juegos Alas por la Paz
Del 11 al 25 de julio, el municipio de Muzo será sede de la octava edición de los Juegos por la Paz “Alas de Occidente”, un evento que reunirá a más de 1.200 deportistas de 16 municipios del Occidente de Boyacá y Puerto Boyacá, en torno al deporte como herramienta de reconciliación y convivencia.
Estos juegos, que nacieron en 1990 como símbolo de resiliencia tras las décadas de violencia vividas en los años 60, 70 y 80, se han consolidado como un espacio para exaltar el poder transformador del deporte. En su edición 2024, las competencias se disputarán en nueve disciplinas: fútbol, fútbol de salón, voleibol, baloncesto, natación, atletismo, ciclismo, tejo y minitejo.
Un mensaje desde el territorio: paz con dignidad
El evento lleva como símbolo a la mariposa azul, especie representativa del Occidente boyacense y emblema de transformación. Cada deportista participante representa también esa posibilidad de «volar sin miedo», como se expresa en el mensaje central de esta edición.
Inspirado en esta metáfora, nace AliPaz, la mascota oficial de los Juegos: una mariposa que simboliza la libertad alcanzada por el diálogo, el respeto y la esperanza. Su imagen busca recordarle al país que la paz no se impone, se cultiva.
14 días de competencias, arte y encuentro
La inauguración se realizará este viernes 11 de julio a las 5:00 p. m. en el Parque Principal de Muzo, con el encendido del fuego deportivo. La programación se extenderá durante 14 días, con actividades deportivas, culturales y de integración comunitaria.
Los municipios participantes son: Chiquinquirá, San Miguel de Sema, Pauna, Maripí, La Victoria, Buenavista, Coper, Quípama, Puerto Boyacá, Saboyá, Briceño, San Pablo de Borbur, Tununguá, Otanche, Caldas y el anfitrión Muzo.
Los Juegos por la Paz “Alas de Occidente” son organizados y financiados por la Gobernación de Boyacá y Indeportes Boyacá, con apoyo de la Alcaldía de Muzo, en el marco de la Ordenanza 031 de 2022.
Este evento no solo exalta el talento deportivo regional, sino que reitera que la paz es posible cuando hay voluntad de comunidad, esfuerzo colectivo y un profundo amor por el territorio.