
‘En Medellín yo no subí delincuentes a las tarimas sino personas presas en rehabilitación: presidente Petro sobre evento de paz urbana en Medellín
En medio de la polémica nacional, el presidente Gustavo Petro volvió a defender con vehemencia el evento realizado en la Plaza de La Alpujarra, en Medellín, donde jefes de estructuras criminales subieron a tarima en el marco del programa Pacto por la Paz Urbana en Medellín y el Valle de Aburrá.
Durante el consejo de ministros de este martes, desde la Casa de Nariño, el mandatario respondió a las críticas señalando que lo que hizo fue mostrar en público lo que —según él— muchos políticos han hecho “por debajo de la mesa”.
“Lo que hicimos en Medellín, frente al pueblo, fue hacer lo que hacían a escondidas. Entonces, la gobernabilidad era una estrategia por medio de la cual las bandas negociaban votos con políticos. Los políticos les decían: ‘bajen la tasa de homicidios y sigan’. Medellín se volvió una ciudad bajo extorsión”, afirmó Petro.

En el evento del sábado 21 de junio participaron alias Tom (Los Mesa), alias Douglas (La Terraza), alias Pesebre (Los Pesebreros) y alias Vallejo (12 de Octubre), todos presos en la cárcel de Itagüí y trasladados hasta el centro administrativo de la ciudad. La escena fue transmitida como una alocución presidencial, generando indignación en múltiples sectores, especialmente por parte del alcalde Federico Gutiérrez, quien los acusa de seguir delinquiendo desde prisión.
Petro, por su parte, insistió en que «el que está preso no es un delincuente, es una persona en rehabilitación», e incluso sugirió medidas duras para quienes reincidan:
“A los que sigan manejando muerte desde la cárcel hay que meterlos en las fragatas o en la prisión de más alta seguridad que tengamos. Pero la gran mayoría de los presos son personas en rehabilitación”, afirmó.

El mandatario también dejó entrever que los ataques en su contra provienen de sectores que temen que se destape quiénes realmente negociaron con las bandas en el pasado:
“Las bandas saben la verdad, saben quiénes hablaron con ellos, quiénes negociaron. Yo no subí delincuentes a tarima. Con delincuentes hablaron alcaldes y otros”.
Según Petro, esta estrategia busca evitar que la violencia urbana en Medellín siga aumentando, como ya se ha evidenciado en los últimos meses.
“La bajamos a casi 10 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo cual saca a cualquier ciudad del listado de las más violentas del mundo”, dijo.
El presidente también pidió al ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, revisar el programa de paz urbana, al reconocer que «hace agua» por diferentes razones, entre ellas, la falta de avance en negociaciones con bandas en otras regiones.
Anunció que su gobierno busca replicar el modelo en otras ciudades del país:
“Lo hemos hecho en Buenaventura, Quibdó y Medellín. Ahora quiero abrirlo en Barranquilla”.