
Vivienda digna
El sueño de tener un hogar digno se ha hecho realidad para varias madres cabeza de hogar en Casanare, gracias al trabajo conjunto de la Caja de Compensación de Casanare y el Ejército Nacional. Historias como la de Yarledy Ortiz Naranjo, Yuliana Quintero, Yaneth Contreras, y Yeny Sánchez muestran cómo, con esfuerzo y colaboración, se han logrado transformar viviendas precarias en hogares seguros y confortables.
Yarledy Ortiz Naranjo: Un sueño hecho realidad
Yarledy, madre cabeza de hogar, llevaba años luchando por construir un hogar para su familia, pero las limitaciones económicas y la falta de conocimientos en construcción la llevaron a erigir una vivienda sin las estructuras básicas de seguridad. Gracias al apoyo del Ejército Nacional y la Caja de Compensación, su casa ha sido remodelada para garantizar la seguridad y el bienestar de su familia. «Es invaluable que los soldados apoyen el mejoramiento de nuestro hogar», expresó Yarledy, quien además ha enfrentado los retos de ser madre soltera.
Yuliana Quintero: Un hogar seguro para sus hijos
Al igual que Yarledy, Yuliana Quintero, también madre cabeza de hogar, soñaba con un hogar adecuado para sus hijos. Con el esfuerzo conjunto de los soldados, su vivienda ha sido completamente remodelada, mejorando la distribución y agregando las comodidades necesarias, como una cocina, sala, comedor, baño y dos habitaciones. «Ahora, mi familia tiene la estabilidad y el confort que tanto necesitábamos», comentó Yuliana.

Yaneth Contreras: De la pérdida a la esperanza
Yaneth Contreras, de 50 años, vivió durante años en una casa de latas de zinc con su pareja. Durante la ola invernal, su vivienda fue destruida, y el techo se levantó por el viento, lo que la dejó inundada. Con el apoyo recibido, Yaneth ahora disfruta de una vivienda digna y segura, lo que le ha proporcionado estabilidad, especialmente después de ser testigos de las dificultades que enfrentan sus padres, víctimas de desplazamiento forzado.
Yeny Sánchez y Efraín González: Gratitud en forma de comida
Yeny Sánchez y Efraín González, una familia de la vereda Mariara en el municipio de Orocué, también fueron beneficiados por el programa de mejoramiento de viviendas. Como muestra de agradecimiento, ofrecieron alimentos a los soldados que trabajaron en su hogar, transformando su vida y la de sus hijos.

Compromiso del Ejército Nacional
El Mayor Diego Mauricio Montaño, comandante del Batallón de Apoyo de Acción Integral y Desarrollo N°8, destacó que la labor del Ejército Nacional no solo se limita a la seguridad, sino también a garantizar que las familias en zonas rurales tengan un hogar digno. «Cada vivienda que mejoramos no solo son paredes, son esperanzas levantadas, bienestar y una vida más digna», expresó Montaño.
Estas historias reflejan el compromiso del Ejército Nacional y la Caja de Compensación de Casanare con el bienestar de las familias más vulnerables, ofreciendo una segunda oportunidad para vivir en un hogar seguro, adecuado y lleno de esperanza.