Al interior de la Casa Blanca, decenas de empleados se dedican a mantener la residencia presidencial. Desde cocineros hasta jardineros, estas personas están en posiciones que no son consideradas políticas, y por lo tanto, su futuro sería diferente en medio de la transición a un nuevo mandatario.
WASHINGTON — La Casa Blanca se prepara para recibir a un nuevo inquilino el próximo 20 de enero. Donald Trump regresará a la mansión presidencial tras su triunfo en las elecciones de noviembre, y su segundo mandato obliga a la residencia a pasar por grandes cambios, entre ellos, de personal. Sin embargo, no todos los empleados de la Casa Blanca serán reemplazados.
La transición, naturalmente, lleva al nombramiento de personas nuevas que trabajan directamente con el presidente y su gobierno. Asesores superiores, secretarios de prensa y jefes de personal son posiciones políticas, elegidas por el mandatario entrante.
Estos empleados son responsables de implementar las políticas y prioridades de la nueva administración, así como de aconsejar al presidente en la toma de decisiones.
Pero este personal no es el único que habita la Casa Blanca. Al interior de la mansión trabajan unas 100 personas encargadas de mantener las tareas diarias de una residencia, estos son funcionarios de carrera o personal militar.
Algunos de estos puestos son mayordomos, mucamas, amas de llaves, cocineros, porteros, floristas, electricistas, plomeros e ingenieros. Todas sus funciones se consideran no partidistas.
La Asociación Histórica de la Casa Blanca explicó a la Voz de América que «históricamente, el personal doméstico iba y venía con muchas administraciones, pero a finales del siglo XIX, más de estos puestos se convirtieron en puestos permanentes en el gobierno».
Hoy en día, agregaron, el personal de la Casa Blanca se «encargan de la primera familia y brindan continuidad a la Casa Blanca como institución. Por lo general, no cambian con una transición».
Algunos empleados acumulan décadas de trabajo en la Casa Blanca, como Donna Hayashi Smith, curadora de arte, quien está allí desde 1995; Marcus Jones, quien integra el equipo de limpieza desde 2002; o Susie Morrison, que trabaja en la cocina desde 1995.
Morrison es actualmente la pastelera ejecutiva de la residencia, un rol en el que “trabajo con mis colegas y residentes ejecutivos para preparar dulces, pasteles y otros productos horneados”, dice la empleada en una exposición disponible en el museo de la Casa Blanca en Washington.
El personal trabaja en un espacio de múltiples habitaciones debajo de la escalera norte de la Casa Blanca, alejados de la vista de quienes visitan la mansión presidencial.
“Hoy en día, estos miembros del personal manejan solicitudes de hospitalidad personal, servicio de comidas y brindan otras comodidades que necesita la primera familia”, describe la Asociación Histórica de la Casa Blanca.
Además, el equipo de “hospitalidad” también tiene bajo su responsabilidad el ayudar a mudar a las familias desde y hacia la Casa Blanca. En este caso, apoyarán a los Biden a recoger sus artículos antes del día de la juramentación, y asistirán a los Trump en organizar sus pertenencias en sus habitaciones. Todo en una ventana de tiempo de seis horas.
Aún así, no todos están exentos de un cambio. El Jefe de Ujieres de la Casa Blanca es quien supervisa al personal y sirve directamente a la voluntad del presidente, por lo que puede ser reemplazado en medio de una transición. Actualmente, la posición la ocupa Robert B. Downing, que fue nombrado por Joe Biden en 2021.
Y es que llegar a estas posiciones no es tarea fácil. De hecho, casi todas las personas en estos trabajos fueron recomendados por empleados que ya estaban al interior de la Casa Blanca y deben pasar por amplios procesos de entrevistas y revisiones de seguridad.
Rochon, quien ejerció en la posición de 2007 a 2011, narró que tuvo que pasar ocho entrevistas con supervisores hasta tener una reunión final con el presidente George W. Bush. “Siguiendo el consejo de mi mentora de simplemente ser yo mismo, me ofrecieron el trabajo”, escribió.
Fue precisamente un jefe de personal, el empleado que logró la mayor trayectoria en la Casa Blanca. Irwin Hood Hoover sirvió en la residencia durante 42 años, desde 1891 hasta 1933. 29 de esos años fueron como supervisor de personal. Ambos récords continúan intactos.
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