Jorge Armando Otálora calculó todo para asegurar su partida con la espalda bien cubierta.
Le exigió la renuncia al vicedefensor Luis Manuel Castro y en el mismo momento entronizó a Alfonso Cajiao quien se había desempañado como su secretario general. Cajiao fue asesor del despacho del procurador Alejandro Ordóñez y es cercano al ministro Aurelio Iragorri, de quien fue su director jurídico en el Ministerio del Interior.
Aunque Cajiao tendrá el poder formal, las que mandan son tres mujeres. Son ellas: María Cristina Hurtado defensora delegada para la infancia; Patricia Luna, defensora delegada para las víctimas y Nigeria Rentería, la exasesora presidencial para la mujer, quien desde el 6 de enero es la delegada para asuntos étnicos.
Entre estas tres mujeres puede estar el próximo defensor del pueblo.