Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca son las zonas del país donde más se ha solicitado asesoría por problemas de salud mental, derivados de la crisis del covid-19, de acuerdo con el balance de la línea 192, opción 4, iniciativa que lideran la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, y la ministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Sylvia Constaín.
Según los reportes, hasta el 27 de abril 1.022 personas habían sido atendidas por vía telefónica; 60% de ellas mujeres. La mayoría de los afectados, equivalente al 46%, procede de Bogotá, Antioquia y Valle. En cuanto a sintomatología, el 45% ha consultado por ansiedad y estrés, a lo que le siguen distintas formas de violencias en el interior del hogar.
“Si bien nos preocupan estos casos reportados, tenemos la tranquilidad de que estas personas han recibido la atención requerida, así como el acompañamiento necesario para hacerle frente a sus miedos y angustias. Hay que cuidar el cuerpo, sin duda alguna, pero también el alma de nuestro país, la salud mental de la población, para que todos –con la resiliencia que nos caracteriza- podamos sobreponernos a esta crisis”, dijo la vicepresidenta.
Para reforzar la asesoría telefónica de la línea 192, entró en funcionamiento este 28 de abril la plataforma way.com.co con capacidad para 600 interacciones simultáneas entre profesional de la salud y usuario. El aplicativo fue desarrollado, gracias al apoyo de INNPULSA, Institución Universitaria de Envigado-Way Medical y expertos en Salud.
Cerca de 200 psicólogos voluntarios se han inscrito en la aplicación gratuita para proteger la salud mental de los colombianos en tiempos de pandemia y hacer frente a las secuelas neuropsiquiátricas en la población.
Esta estrategia encarna un trabajo colaborativo entre Instituciones de Educación Superior, cooperación del Gobierno Canandiense y agremiaciones científicas en psicología y psiquiatría. “La salud mental de los colombianos también es una prioridad para nosotros. Entendemos que es una situación compleja, teniendo en cuenta además que el país aún se encuentra en aislamiento, por lo cual el apoyo de expertos a través de los diferentes medios será muy importante” dijo el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez.
Lo anterior se da porque de la mano de la pandemia se propaga también un impacto psicológico por las afectaciones que ello genera en el entorno y en el cambio en la vida de las personas. Un reciente estudio de revisión sobre el impacto psicológico de la cuarentena, publicado en The Lancet (Brooks, et. al., 2020), señala dentro de los efectos síntomas de estrés postraumático, confusión e ira, asociados a temores de infección, frustración, aburrimiento, suministros inadecuados, información inadecuada, pérdidas y estigma.
Vale recordar que la línea 192 (opción 4) está disponible de lunes a domingo las 24 horas del día. El objetivo a corto plazo es realizar una búsqueda activa para apoyar al talento humano en salud positivo para covid-19 y a sus familias, así como brindar acompañamiento a familiares de personas en cuidado crítico o que han fallecido por esta enfermedad.
Cuatro paquetes de recursos que están a disposición de toda la ciudadanía:
1. Funcionamiento de la Línea 192 opción 4: profesionales brindan asesoría y consejería en salud mental 24 horas enmarcada en la intervención en crisis de primera instancia y en primeros auxilios psicológicos, entre otros.
2. Aplicación para la teleorientación en salud mental a la que se puede acceder por la página: www.coronaviruscolombia.gov.co o www.way.com.co
3. Expertos en salud mental elaboraron recomendaciones que incluyen:
i. Recomendaciones para la convivencia en familias y hogares, con técnicas para el manejo de los espacios de tiempo, regulación de las emociones, comunicación efectiva y conservación del autocontrol.
ii. Recomendaciones para la convivencia social en el aislamiento, teniendo en cuenta que el aislamiento social se refiere al distanciamiento físico, no al distanciamiento afectivo y emocional.
iii. Recomendaciones para la comunicación sin daño durante la pandemia, teniendo en cuenta que los comunicadores pueden convertirse en agentes de salud mental.