Aprovechando que el hombre estaba entusiasmado con la rumba, en un bar del pueblo, y al son de la música, la mujer se le acercaba más y más a su víctima, que se sentía dichosa por la cercanía física con la mujer, que en un gesto de pasión desbordada le metió la mano al pantalón, donde llevaba el dinero producto de un negocio.
Cuando ´despertó´ del encanto el adulto mayor se dio cuenta que la mujer le había sacado en su descuido los $800 mil pesitos que cargaba en sus bolsillos.
El hombre que creía que estaba bien parado con la mujer se desencantó después de que ella le mandó la mano al bulto y se fue con la platica. Por eso acudió a la policía que la requirió y le halló el dinero.
Razón por la cual la puso a disposición de la Fiscalía de Trinidad que la presentó ante un juez de control de garantías para su legalización y formulación de cargos por abuso de confianza.