Cara a cara entre víctimas de falsos positivos y victimarios del Ejército, por hechos ocurridos en Casanare

La Jurisdicción Especial para la Paz realiza audiencia a 11 uniformados implicados en ejecuciones extrajudiciales. Entre ellos se encuentra el excomandante del Gaula de ese departamento, mayor Gustavo Soto Bracamonte, quien allegó cinco tomos de información sobre hechos ocurridos con ocasión del conflicto armado.

Juan David Moreno Barreto / @judamoba / EL ESPECTADOR

Son 11 los exintegrantes del Gaula del Ejército de Casanare que comparecen este jueves ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por los procesos que pesan en su contra, en la justicia ordinaria, por 13 casos de ejecuciones extrajudiciales cometidas entre 2006 y 2007.Durante esta diligencia, denominada de condicionalidad, los uniformados ratificaron su compromiso de comparecer ante esta jurisdicción, contribuir al esclarecimiento de la verdad y la reparación de las víctimas.

Entre los comparecientes se encuentra el mayor Gustavo Soto Bracamonte, excomandante del Gaula de ese departamento, y el sargento viceprimero Gustavo Montaña Montaña, quien está implicado en todos los casos por los que fueron convocados los uniformados. Así mismo está presente el capitán Jairo Rivera Mahecha; el teniente Edwin Leonardo Toro Ramírez; los cabos primeros Gélver Pérez García y Julio Cesar Tegue Medina; y los soldados profesionales Carlos Alfredo Bello Bolívar, Dorian Campos Vergara, Darío González, Abdón Guanaro Guevara y Jairo Sánchez, así como el civil José Ovidio Díaz.

A esta hora, el mayor Gustavo Soto Bracamonte, exdirector del Gaula de Casanare, comparece en la JEP por casos de falsos positivos. En su contra hay condenas por homicidio, secuestro y concierto para delinquir. #AusenciasPresentes #NosFaltan86Mil –>https://t.co/KeWKyJE9wJ pic.twitter.com/gDQhh90RyR

— Colombia2020 (@EEColombia2020) August 30, 2018

La defensa de Soto Bracamonte le entregó a la JEP cinco tomos que compilan los sentencias en la justicia ordinaria, misiones tácticas, procesos que no están ejecutoriados, que no han sido investigados y que reposan en la Justicia Penal Militar y en la ordinaria “con el fin de que sean analizados por la JEP y para buscar el fin de la sanción penal”. Su abogada, Tania Parra, aseguró que su defendido está comprometido con el esclarecimiento de la verdad y la reparación de las víctimas.

Las víctimas

Esta es la oportunidad en que los familiares de las víctimas participan en una audiencia de condicionalidad. Luego de la comparecencia del Colectivo Madres de Soacha, los familiares de los denominados falsos positivos de Casanare fueron trasladados hasta Bogotá para comparecer ante la Jurisdicción Especial para la Paz.

Durante su presentación, María Isabel Riascos, madre de Darwin Esnin Riascos, les preguntó a los militares por qué le quitaron la vida a su hijo.

La pregunta que le hizo María Isabel Riascos, madre de Darwin Esnin Riascos, que fue falsamente presentado como muerto en combate, a 11 militares que acuden a esta hora a la JEP por falsos positivos. https://t.co/KeWKyJE9wJ #NosFaltan86Mil #AusenciasPresentes @JurisdiccPaz pic.twitter.com/YjkpTa3LTI

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En la diligencia participaron los familiares de las víctimas Óscar Moreno Moreno, Yuri Ferney Achagua Reyes, Darío Ruiz, Geovani Daniel Peñata Hernández, Fredy Mosquera, Wilfredo Acevedo, Fernando Alarcón Acevedo, Jairo René Navarrete Sánchez, Reinel López Rodríguez, Edubin Morales Sierra, Abelardo Reyes y Abel Antonio Lozano Camacho, quienes fueron presentados falsamente como muertos en combate.

Los hechos

Uno de los casos por los cuales los uniformados buscan pista en la JEP tiene que ver con la operación adelantada el 26 de agosto de 2007 en la que fueron asesinados Abelardo Reyes y Abel Antonio Lozano Camacho en la vereda Matepalma, en zona de rural de Yopal Casanare. Transcurrieron dos días para que los familiares de las víctimas los reconocieran en Medicina Legal, en donde les informaron que el Ejército los había reportado como muertos en combate y que tenían en su poder armas de fuego.

Según el proceso en la justicia ordinaria, la Fiscalía logró establecer que no se hallaron rastros de disparos en las manos de las víctimas y que una de las armas ni siquiera fue percutida. En cambio, los fusiles de los militares fueron accionados en distintas oportunidades a menos de cinco metros de distancia.

En otro caso, registrado el 14 de octubre de 2006, en la vereda Matepiña de Casanare, los miembros del Gaula del Ejército ocasionaron la muerte de dos personas que se movilizaban en una moto. Uno de ellos era Yuri Ferney Achagua Reyes, quien se encontraba en la casa de su hermana en Yopal y, hacia las 9:00 a.m., salió de allí porque dijo que viajaría a la vereda Punto Nuevo para llevarle dinero a su pareja, quien estaba esperando un hijo suyo. Aunque intentaron comunicarse con él, su celular estaba apagado y desde entonces le perdieron el rastro. Transcurrió una semana, cuando fueron llamados por personal de la funeraria que les informó que Yuri Ferney había muerto en combate.